22.2 | the underworld

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xxii. una voz en la escalera, alguien cruzando el pasillo

El Submundo se manifestaba como un rincón lúgubre, donde el frío y la humedad imperaban.

Grace habría preferido sumirse en la absoluta oscuridad que contemplar su entorno. Las paredes y el suelo exhibían una superficie de concreto teñida de un gris pálido, y de sus superficies brotaban hilillos de agua. Puertas se alineaban a distancias regulares de tres metros, pero al intentar abrirlas, se revelaron inaccesibles. En lo alto, una capa de polvo cubría las lámparas largas y sombrías. La mitad de ellas se encontraban rotas, fragmentos de vidrio unidos a óxidos agujeros. En resumen, el lugar evocaba la imagen de un mausoleo embrujado.

Grace consideró que el nombre de Submundo le sentaba a la perfección.

Caminaron en silencio a través de los túneles, ocasionalmente tomando giros hacia la izquierda o hacia la derecha en las intersecciones y bifurcaciones. Cada lugar que atravesaban parecía idéntico: sombrío, monótono y sumido en la oscuridad. A veces polvorientos, a veces húmedos. El único sonido en los túneles era el lejano goteo del agua y el roce de sus ropas. Sus pasos resonaban como golpes apagados en el cemento.

—¿Había gente viviendo aquí abajo? —preguntó Grace, quién comenzaba a sentir que el silencio entre ellos se volvía insoportable a medida que caminaban.

—Las Llamaradas Solares obligaron a algunos a vivir bajo tierra —respondió Alex—. La vida en estos pasadizos debe haber sido un infierno.

Grace frunció el ceño.

—¿Algunos?

—Verás, en realidad no hay mucho que decir; ocurrió hace mucho tiempo. Las llamaradas fueron totalmente inesperadas e imprevisibles. Cuando los científicos intentaron advertir a la gente, ya era demasiado tarde. Arrasaron medio planeta y mataron todo lo que existía en las zonas que rodeaban el ecuador, cambiando el clima del resto de la Tierra —explicó—. Los supervivientes se agruparon y se las arreglaron para subsistir bajo tierra hasta que consideraron que era lo suficientemente seguro para asomar la cabeza arriba. Bueno, tal vez no "seguro" en el sentido tradicional, pero sabes a lo que me refiero —concluyó, dejando que el peso de sus palabras se asentara en el aire. Arqueó una ceja, dejando escapar un leve gruñido de ironía—. Pensé que antes C.R.U.E.L les daba un cursito intensivo sobre cómo el mundo se fue al infierno.

Grace entrecerró los ojos, dejando escapar un resoplido de incredulidad.

—No, en realidad, estaban demasiado ocupados borrándonos la memoria y metiéndonos en una especie de granja para experimentos.

Alex soltó un silbido burlón.

—No suena como una experiencia que recomendaría —agregó con un toque de cinismo en su voz—. Seguro que tiene reseñas de una sola estrella en Yelp.

𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇𝐋𝐘 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒, tmr thomas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora