XXXVI

1 0 0
                                    

El gimnasio se había convertido en mi mejor aliado en este tiempo en que los niños practicaban con Andrés, hablaba con Damon cada noche, ya había pasado dos semanas desde que se había ido y justamente hoy había partido a China para entregar una mercancía muy importante a Bao, según se eran 10 búnkers de armas con diseños de la bratva.

Los libros que he leído que están en la biblioteca del despacho de Damon, más, las explicaciones de Joshua cada vez que puede he entendido que las armas de la gran mayoría de la bratva no son comunes, tienen diseños distintos y mucho más alcance que un arma convencional.

Joshua me había estado entrenando mientras los niños estaban con Andrés, Andara no estaba por ningún lugar, algo me decía que estaba con Damon y... Joder el solo pensarlo hacia que se revolviera todo mi estómago.

Golpeaba fuertemente el saco de boxeo, poco a poco había aprendido trucos de boxeo y defensa personal. Estaba pasando algo extraño en la parte trasera del patio alrededor de 100 hombres bajaban y bajaban una cajas de metal que tenían un símbolo de radiactividad, teníamos prohibido ir allí, esas cajas eran ingresadas por una puerta daba acceso al almacén, era peligroso, muchos hombres armados conjuntamente con Joshua que no pudo entrenarme hoy- giro los ojos- vigilaban que todo saliera bien, desde ayer en la noche no habían parado de bajar y bajar esas cajas.

Mi yo curiosa estaba intrigada.

Empiezo a hacer la serie de ejercicios que dejó Joshua, joder odio las plancha y ejercicios de peso muerto.

Vamos a darle Kim Kardashian no se hizo sin esfuerzo.

Claro con miles de silicona.

Exacto, vas a ser Kim kardashian a tu manera, versión renovada y nada de silicona en tu cuerpo.

Ten fé amiga, cristo te ama.

Una pequeña sonrisa brota de mis labios al darme cuenta de las locuras que puedo pensar mientras divago.

Dahia me dio acceso a la reproducción aleatoria, y el ritmo de Titanium de David Guetta me dio el empujón que necesitaba para empezar a hacer mis rutinas.

(...)

—Hola pequeños— digo al ver que llegan a la habitación mientras intento desenredar mi cabello con mis dedos.

Había terminado las rutinas antes de lo esperado, ya era hora de almuerzo, mis bebés deben estar muertos de hambre.

—Hola mamá— dice Zafiro sentándose en la cama.

Axel no dice nada y pasa de largo, no estaba bien, sus ojos estaban un tono más oscuro de lo normal, pronto empezaría.

Me voy hasta a él y empiezo a acariciar su cabeza, este, inmediatamente se relaja ante mi tacto y se acurruca en mis costillas, justo como cuando estaba embarazada, siempre me dolía el lado extremo derecho de mi barriga, el se encajaba allí, estirándose quitándole el espacio a su hermana.

—Me siento triste mami— dice el con esa voz tierna que lo caracteriza.

—Tranquilo A, saldremos de esta como otras veces— susurra Zafiro acercándose a su hermano abrazándolo— Pronto pasará, estoy aquí contigo— al Zafiro llegar a él le toma la mano transmitiendo apoyo.

Mis ojos se cristalizan, haría lo que fuera porque Axel no padeciera de bipolaridad, mi bebé es muy pequeño aún, le desarrollo muy a temprana edad - Trato de contener mis lágrimas exitosamente para no preocuparlo-

Poco a poco he ido aceptando el hecho de que es un guerrero, puede con esto y más, pero ahora entiendo que no es fácil ver a un hijo justo siempre peligrando al borde de un abismo, donde puede estar en la cima más alta o de la nada resbalar y caer sin poder hacer nada, solo aprender a vivir con ello.

Esmeralda (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora