XXXVII

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Me sentía tan humillada, sabía que estaba llena de semen, Axel desnudo con mordidas por todos lados llorando.

No podía más, me estaba derrumbando, son unos malnacidos, maldita la hora en que me vine a vivir en esta casa.

Todos se acercaron corriendo hasta a mí, no paraba de temblar.

—¿¡Qué pasó!?— preguntaba Andrés preocupado.

—Anda con el tío Andrés—le digo a Axel en medio de un sollozo— A la perla— le digo a Andrés, el sabía que la perla era aquella habitación en el despacho de Damon— Kavid viene hasta aquí— digo haciendo que este agarre a Axel llevandoselo.

—Disculpe señora—  llegaron alrededor de 30 o 40 tipos arrodilladose sincronizadamente.

—¿¡Que mierdas se atrevieron a hacer!?— grita furioso Joshua.

—Lo sentimos imploramos perdón— dice uno, estaban llorando.

—Dame— digo arrancandole la ametralladora a un tipo— Fundale hasta el culo a Fabián de balas y no permitan que me lleve o si no juro que me voy a convertir en su mayor problema porque de ninguna  de sus putas caras se me va a olvidar— digo limpiando las lágrimas que salían de mis ojos.

Justo ahora necesitaba hombres pero me voy a encargar de que cada uno muera lenta y dolorosamente, joder solo era un bebé para que le hicieran lo que le hicieron,  era mi bebé, es muy pequeño.

—Protejan la mansión— dice Josh empezando a dar órdenes, no le prestó atención.

Mi cabeza estaba adolorida me sentía tan impotente y débil, quería tirarme a mi cama a llorar, pero lastimosamente no me lo puedo permitir, Fabián Kavid pagará cada una de las que hizo, juro por mis hijos que cuando sea torturado va a arrepentirse de haber nacido.

—Ve a la perla con tus hijos, y la bebé de Andrés, nosotros nos encargaremos aquí— dice Joshua intentando persuadirme que me vaya cuando ya todos están ubicados en distintas plantas y posiciones.

—No, no me iré sin firmarle sentencia de muerte al puto de Fabian— le refuto con rabia.

—Esta bien fiera— dice el serio.

Trataba de bloquear mis pensamientos pero juro que no podía, no podía parará de ver una y otra vez ver cómo violaron a mi hijo, como me obligaron a mamarle la verga a esos viejos rabo verde que ahora imploran perdón haciendo que estan de mi bando.

Varias camionetas negras blindadas se pararon al frente cuando los hombres empezaron a bajar estos ineptos de aquí empezaron a disparar, todo se volvió un desmadre más d elo que ya estaba en cuestión de segundos.

Explotaron una pared debilitando la pequeña fortaleza de hombres que habían hecho, mis oídos pintaban gracias a la detonación de la bomba, gente muerta por todos lados, mi ametralladora disparaba sin parar al bando enemigo, de algo habían servido las clases, hasta que cuando entro Fabián mi mundo dio un vuelco.

Las ganas de asesinarlo me estaban consumiendo porque nada de esto hubiera pasado si el no fuera dado la orden, era un maldito perverso.

Buscaba a medida que disparaba por todo el lugar algo, al posar su mirada en mí una gran sonrisa diabólica se apoderó de él, levanto su mano derecha dando un leve saludo, me fui contra él, ateste varios golpes y el a mí, trataba de sacarme de la mansión,  un puño se estrelló con mi mejilla y mis uñas en uno de sus ojos dejando salir un gran chorro de sangre.

Este gritaba de dolor mientras me arrastraba por el cabello hasta que no se quién, pero se apiadan de mi lanzando una navaja que corta perfectamente mi cabello poniéndolo corto.

Esmeralda (BORRADOR)Where stories live. Discover now