XXXVIII

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Damon pov

Estaba llorando en el piso, sus manos estaban llenas de sangre, ¿Que mierda le había pasado cuando fue allá abajo?

-No llores malen'kiy- digo con preocupación llegando hasta donde está.

-No puedo respirar- dijo con dificultad.

Fue suficiente para que mi cuerpo actuará instantáneamente tomándola en brazos sacándola del baño, ella no paraba de temblar y repetía una y otra vez que no podía seguir, que el no se lo merecía.

-Respira profundo, estás teniendo un ataque de pánico- dije sentándome con ella sobre mi regazo en la orilla de ella cama.

-No puedo- dice ella con voz ahogada.

-¡Si puedes joder! ¡Claro que puedes!, Inhala y exhala- digo con voz dura haciendo que me mire fijamente empezando a inhalar y exhalar a mi cuenta.

Duramos alrededor de cinco minutos y se había tranquilizado, solo miraba a la nada mientras lágrimas silenciosas salían por su mejilla.

Tomé una toalla secando su cuerpo y cabello, durante el tiempo que sequé y vestí con una pijama no dijo ni una palabra, el silencio gobernaba la habitación, un tortuoso y doloroso silencio.

La incertidumbre y mis ganas de asesinar al culpable de las lágrimas de mi malen'kiy me estaban matando, el juro que el culpable las va a pagar caro.

-Matalos- dijo ella mirándome a la cara- Hazlos sufrir- en sus ojos había decisión, ningún arrepentimiento- Mata a todos esos malditos- apretaba fuertemente las sábanas de la cama haciendo que sus nudillos abiertos comenzarán a sangrar más por la fuerza que estaba ejerciendo.

-¿Por qué Aleska?- digo sonando más frío de lo que esperaba- ¿Por qué debería asesinar a mis vory v zakone?- pregunto aún sin sabes por qué.

Desde que llegué nadie me ha sabido explicar que fue lo que sucedió esa media hora en la que Aleska estuvo en el búnker subterráneo, Andrés solo me dijo que estaba en un estado... mal, no me dijo ma detalles, ya que, según él, le correspondían solo a Aleska decirme.

-Todos esos malditos están encerrados- Dice ella poniéndose de pie frente a mí- Tienes que mataron porque son aliados de la mafia griega, se vendieron a Fabián Kavid que ahora trabaja para ellos, inclusive Andara, la pu... Fabián fue el encargado de la emboscada en la mansión iba a por mí, tus hombres algunos se suicidaron algunos pidieron clemencia- una sonrisa diabólica se asoma en sus labios- Pero, piedad es lo menos que se merecen, merecen sufrir, arrepentirse de haber nacido- susurra con desgano.

-¿Por qué más deberían morir?- Le digo arqueando una ceja, sabía que faltaba una pieza al rompecabezas.

-Porque... Porque violaron a tu hijo... Porque hicieron que tu mujer mamara cuatro vergas de cuatro viejos del ex- consejo que fueron liberados por Andara quien fue la que lideró todo, ¿Qué esperas para ir a matarlos?- termina diciendo con una sonrisa rota.

La ira me estaba consumiendo, quería tirar todo, ir y meterles a uno por uno un cuchillo por el recto por malditos, pero el verla así de rota, me detuvo, la rabia aún seguía allí carcomiendo cada centímetro de mí, mi instinto asesino quería sangre. Seguía allí mirándome con una sonrisa rota, sin más la abrazo y termina sollozando en mi hombro.

-No se lo merecía Damon- dijo- E-e-el es un inocente- decía entre sollozos.

-Malen'kiy te juro que cada uno de ellos va a pagar con creces- susurro molesto.

Duramos minutos así hasta que poco a poco se fue calmando, solo esperar a que se duerma e iré a matar a cada uno de esos bastardos traidores.

-Papiii- dice Zafiro entrando al cuarto abalanzandose hacia mí.

—Printsessa— dice lanzándose hacia el abrazándolo.

—Pa— dijo abrazándolo.

La escena delante de mí era muy conmovedora, era lindo ver cómo Zafiro corrió hasta él en busca de su atención.

—Axel no ha parado de llorar mami— dijo ella cuando terminó de abrazar a su padre.

Dos toques se oyeron en la puerta, Damon responde que pasen y la imagen que veo me rompe en mil pedazos, allí estaba Axel con su pijama y su sábana vuelto un mar de lágrimas, dirije la mirada a su padre he intenta limpiarse las lágrimas, de nada sirvió aún seguía llorando.

—Lo siento papá te fallé— dice Axel en medio de un sollozo entrando a la habitación.

Damon no dijo nada simplemente lo miraba, así duraron algunos minutos hasta que Damon se acercó y lo estrecho contra él en un fuerte abrazo haciendo que mi bebé llorará mas.

—Lo siento, no os protegí, no pude salvar a mamá— decia llorando— No pude protegerla de todo lo que le hicieron esos hombres... No pude... No pude protegernos— su voz era impotente y rota.

—No es tú culpa cariño, no es culpa de nadie, nadie podía predecir lo que sucedería— dice Damon acariciando su cabello.

—¿Que te hicieron mami?— pregunta Zafiro colocándose frente a mí.

—Nada cariño, ya pasó, tratemos de dejarlo en el olvido ¿Si?— le digo limpiando mis lágrimas en vano.

—Te voy a contar un secreto— dijo Damon sentándose en el mueble con él— La bratva representa al león blanco, ya que, se dice que el león es el animal más fuerte, una pequeña historia que dice que además de ser el más fuerte es el rey, pero lo que nadie cuenta es todo lo que tuvo que pasar ese león para poder ser el rey, cada caída que soporto para crecer, hoy tu eres ese pequeño león, tenemos que aprender a caernos para poder salir adelante ¿Cierto?— le pregunta él y Axel asiente— Por eso, por tu mamá, por tu hermana, por mí, tienes muchas razones para seguir adelante pequeño...

—Intentare hacerlo papá— lo interrumpe Axel— Por ustedes, solo que no prometo ser un león, prefiero ser un fénix, renacer de las cenizas, y que mejor forma de hacerlo que haciéndolos pagar a cada uno de ellos ¿No?— pregunta el entre lágrimas.

—No todo es la venganza A...

—No se saldrán con la suya madre, pagarán por todo el dolor que estoy sintiendo ahora, pagarán por haberte hecho eso y pagarán por matarme en vida— sus ojos habían cambiado a un azul profundo, se limpiaba las lágrimas hasta que dejaron de salir.

—No digas eso Axel, prométeme algo pequeño— dije acercándome a su oreja.

—¿Que?— pregunto él intrigado.

—Prometeme que nunca dejaras de brillar que intentarás ser ese hermoso niños radiante que eras— le digo llorando aún.

—Despues de una caída no vuelves a hacer lo mismo para no volverte a caer madre, por ti, solo para ustedes dejaré ese pequeño y oscuro rincón, prometo ser contigo el mismo de siempre— susurró inaudiblemente solo para los dos.

No dije nada, las palabras no salían de mi boca, la vida me daba golpe tras golpe en este punto ya me preguntaba si la felicidad existe o solo es una ilusión.

Esmeralda (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora