Record Of Ragnarok: Predators Hunk

Episodio 9: Un Mal Inicio

La primera ronda del Ragnarok habia finalizado, los dioses se alzaban con la victoria en el primer encuentro, y las cosas no parecían tener un buen rumbo para la humanidad, habian perdido a su primer guerrero, y los dioses celebraban su triunfo, habian dado el primer paso en el camino por destruir a la raza humana de una vez por todas, y ahora con eso, dejaban de tenerle tanto miedo a esos humanos traidos de universos alternos, comenzando a subestimarlos por no haber podido ganar la primera ronda.

En la arena se encontraba un destrozado física y mentalmente Ullr Thorson, quien por las heridas que tenia en su cuerpo, destacando todas las puñaladas que habia sufrido, las perforaciones de los cuchillos de Jack en el último intento y la ausencia de su ojo izquierdo en el último disparo del mercenario, era un milagro que fuera capas de mantenerse en pie incluso estando apoyado en la Stormbreaker, pero la pelea lo había dejado tan destrozado que no era capas ni de decir palabras o hacer gestos, se habia quedado completamente inmóvil como si se tratara de una estatua.

En las gradas, Thor Odinson miraba a su hijo adoptivo en ese estado tan lamentable y demacrado, el mercenario humano pese a que perdio el encuentro, se encargo de dejarle heridas permanentes al dios nordico, pero a pesar de que en su mometo, Thor considero a Ullr como su hijo, ahora con lo que veía no podía sentir más haya de indiferencia con aquel dios, dejo de ser su hijo desde el momento en el que se alio con Tifón y decidio refugiarse bajo el manto de Fenrir.

— Este es el camino que escogiste, y este... es el destino al que te ha llevado, quizas logres sobrevivir uno o dos días en tratamiento intensivo, pero todas esas heridas quedarán ahí y te van a matar finalmente, espero que hayas quedado contento con la decisión que tomaste, Ullr -farfullo Thor en voz baja, frunciendo el seño mientras se levantaba de las gradas, decidiendo irse de ahí a los pocos segundos, ya había terminado de ver la pelea de Ullr, y de momento eso era lo único que le interesaba del torneo-.

Mientras que en la arena, un equipo de dioses con apariencia de médicos habian entrado para atender rápidamente a la deidad nordica, asistiendolo de inmediato y recogiendolo en una camilla, tenía que ser llevado a una zona médica de inmediato para poder tratarlo, pero en el estado en el que se encontraba iba a ser un milagro que tan siquiera fuera capas de mantenerse con vida antes de llegar, por lo que antes de todo tendrian que asegurarse de que fuera capas de sobrevivir, bajandolo al suelo para comenzar a tratar algunas de las heridas más mortales que tenía en todo su cuerpo.

Y ese era el mayor problema, poco faltaba para que el cuerpo de Ullr estuviera partido en dos por culpa de las heridas que tenia en el cuerpo, incluso si algunas estaban regeneradas por la transformación de licantropo, pero en su forma normal era cuestión de tiempo para que muriera por culpa de esas heridas, así con eso en mente, aquel grupo de dioses rápidamente contuvierón las salidas de sangre que sufria, logrando cerrar algunas y con ello évitar que siguiera derramando más sangre, pero era cuestión de tiempo para que se volvierán a abrir por culpa de lo profundas que erán.

— No se le calcula mucho tiempo de vida, pero si trabajamos de forma perfécta, tal vez seamos capaces de mantenerlo vivo e ir cerrando todas las heridas, pero necesita urgentemente litros de sangre y varios organos de reemplazo para su cuerpo -hablo uno de los médicos al ver el estado de la deidad-.

— Tal vez con la ayuda del dios Asclepio podamos hacer que sane sus heridas, es el único que se me ocurre que pueda hacer algo de ese calibre para que Ullr sea capas de mantenerse con vida -contesto otro de los médicos, observando como las heridas se abrian nuevamente, era como si estuvierán malditas-.