¡Mi corazón te pertenece! (jimsu)

XXXI

Jimin estaba en su estudio pensando en lo que podría hacer para hablar con Yoongi ya que ni siquiera le contestaba las llamadas y mensajes, ni en la universidad podía acercarse a él, puesto que Hoseok siempre estaba junto a Yoongi.

Realmente se sentía impotente no poder explicarle que en serio estaba enamorado de él y no del parecido que tenía con su difunta esposa.

— Ryujin acaba de dormirse — entró Beomgyu — cada vez es más difícil jefe, Ryujin llora todos los días nose que más puedo hacer yo

— y que quieres que haga Beomgyu, Yoongi no me responde las llamadas y ni puedo acercarme a él en la universidad... ¿tu crees que para mi es fácil? Me duele cada dia no tenerlo conmigo

— le hubiera hablado con la verdad jefe, no es que quiera echar más leña al fuego, pero si hubiera dicho todo tal y como eran las cosas, talvez nada de esto no hubiese ocurrido

— lose, pero no pensé que esto iba a pasar

— jefe disculpe, pero esto en algún momento se tenia que saber, no creo que iban a mantener a Yoongi aquí encerrado oculto de todos, en algún momento su familia tendría que saber de él.

— lose, yo quería hablarle sobre Yoonji, pero tenía miedo que esto pasara, que pensara que me fijé en el solo por parecerse a ella, cosa que no es cierto.

— en un principio si lo hizo jefe

— o sea si, pero yo me enamore de Yoongi

— y que piensa hacer jefe, me imagino de debe estar pensando en algo para recuperarlo, porque esto no solo le afecta a usted sino también a la pequeña Ryujin

— lose, y realmente ya no se que más hacer Beomgyu

— ¡como que no sabe jefe! — se cruzó de brazos — usted se va a parar de ese asiento y va a ir a buscar al señor Yoongi

— y si el no quiere escucharme

— pues le obliga a que lo haga — dijo firme — le dirá lo mucho que usted lo quiere y que no puedes vivir son él, le demostraras que realmente estás enamorado de él y no de su apariencia

Jimin sonrió y se levantó se su asiento para ir y hablar con Yoongi. — lo haré

— oh jefe — iba a decirle lo que había averiguado sobre la familia de Yoongi en Hawái, pero talvez por ahora no era el momento — nada, ve y recupere al amor de su vida jefe, además extraño nuestras peleas

Jimin asintió y fue a buscarlo, tenía que recuperarlo sea como sea, no importaba cuanto se opondría, le obligaría a escucharlo.

Yoongi estaba tirado en su cama sin querer hacer nada, no tenía ganas ni de hacer las tareas de la universidad. Jamás pensó que enamorarse sería tan... doloroso.

Era la primera vez que se enamoraba de esa manera ya que ni con Taehyung sintió algo así, puede ser porque el daño que él, fue mucho peor que esto.

No podía evitar llorar, lo hacía cada día ya que cada cosa le recordaba a él y a Ryujin, había vuelto a su departamento, volvió a estar solo.

Ya se había acostumbrado a despertar junto a Jimin, escuchar los pasitos de Ryujin para ir hasta su habitación y disfrutar los últimos minutos antes de levantarse e ir al jardín de niños y él a la universidad. Además también extrañaba a Beomgyu, tener sus mini discusiones por cualquier cosa, ya sea por que comerían ese día, quien elegía la película o solo por quien salía primero de la casa.

Lloró al recordar cada momento que pasó junto a ellos, pero ya no podía seguir así, ya no. Así que tomando una decisión, sacó su teléfono para llamar a su mamá, regresar hará que todo sea más fácil o así pensaba él.

— ¿Yoongi? — contestó una adormilada señora Kim

— mamá, lo siento si te levante, pero solo quería decirte si... si puedo regresar a Hawái

— ¿qué? Porque quieres volver, aún no terminas tus estudios

— puedo hacer mi traslado, como cuando lo hice para la universidad de aquí, por favor mamá, quiero regresar

— hijo, no creo que-

— por favor mamá... es que, te extraño y me siento solo aquí

— cariño, no creo que sea posible... solo te falta dos meses para que termines, no puedes hacer el traslado a menos que quieras perder este año y se que te esforzaste mucho para eso

— no importa mamá, yo puedo recuperarlo... quiero irme — intentó aguantar sus lágrimas

— veré lo que puedo hacer cariño, pero tendrás que esperar hasta que amanezca, no creo que la universidad atienda a esta hora

— si mamá, gracias... te quiero, adiós

— adiós cariño — cortó la llamada