Capítulo 10

17 2 2
                                    

El primer impulso de Nancy fue girar y golpear, pero el fuerte agarre la detuvo y tiró de ella imposibilitando cualquier agresión. Un gemido salió de su boca al chocar con algo duro.

—Quieta. —Cada terminación nerviosa se le tensó al escuchar ese tono duro. —¿A dónde piensas ir, reina? —Al reconocer la voz de su esposo, se relajó.

—No hagas eso. —Le reclamó dándole frente. —No puedes salir de la nada y asustarme así. —Leviatán la miró a los ojos con seriedad disfrutando de su reacción.

Rojo endureció el gesto al ver al hombre frente a Nancy, una ira recorrió su cuerpo y los impulsos por interponerse entre ambos le ganó.

—Oh no, amigo. —Bestia lo sujetó con firmeza del brazo. —Esto no te incumbe. Es evidente quien es él, no es la primera vez. —Mirando a su amigo con gesto osco, le provocó darle un puñetazo para que lo soltara de una buena vez.

—No me jodas. —Tiró de su brazo. —¿Por qué siempre se entromete? —Bufó enojado, desde hace tiempo quiere mirar esos ojos más de cerca y disfrutar su reacción al verlo nuevamente.

—Escúchame, amigo. —Lo miró a los ojos. —La chica no te conoce ni tú a ella, estamos aquí para trabajar, no para crear vínculos. ¿Lo entiendes? Puedes meterte en problemas, es la hermana del jefe de este lugar y tú ni siquiera trabajas aquí. —Rojo miró la escena y maldijo, si todos supieran que esa mujer le pertenencia y que él cometió el error de confiársela a quien ahora es su marido y el mismo que la está destruyendo, no le dirían una mierda.

—Debo salir de aquí, hay que seguir con la investigación. —Tras dar dos pasos, miró a su amigo. ―Quiero que te hagas cargo de todo. —Bestia asintió y volvió la mirada al frente.

Callie miró al hombre totalmente anonadada, emana un aura tenebrosa, intensa y llamativa. Nancy miró a la mujer y frunció el ceño.

—Liham, ¿Podrías dejarnos a solas, por favor? —Callie espabiló al percibir ese tono de recelo.

—Eh... sí, sí... te espero por allá. —Torpemente, señaló y se marchó. Nancy miró inmediatamente a Leviatán para asegurarse de que no estuviera viendo a la mujer, pero este tiene la mirada fija en ella.

—¿Pensabas seguir discutiéndome frente a ella?

—Sí. —Gruñó molesto. —¿Por qué pasas de mi orden? ¿Por qué coño no está Bernadette aquí, junto a ti?

—¿Por qué es mi trabajo? —Tomándolo de la mano, lo guío a una de las casetas. —¿Puedes no meterte en eso? ¡Estoy trabajando para el proyecto de mi hermano! ¿Qué más quieres?

—¡Que Bernadette esté contigo a todas horas! ¡Eso quiero yo! —Es un hecho, no puede estar demasiado tiempo bien con ese hombre cuando están en público. Siempre cambia el chip y se comporta como el hijo de puta que es. —Escúchame bien, Nancy. —La miró con severidad. —No quiero verte sola porque de lo contrario te pondré a cinco hombres que estarán tras de ti en cada paso que des y, no me interesa que digas que el proyecto es de tu hermano porque esta mierda es tan mía como de él. —Nancy abrió la boca con sorpresa, Einar no le comentó nada.

—¿Cuándo pensabas decirme que esto es conjunto a mi hermano? ¿Cuándo piensas tratarme como a tu esposa y no como a una simple puta que solamente te da placer frente a los demás? —Leviatán enfurecido por sus palabras, dio un paso al frente, odia que se ponga irracional. Ese maldito proyecto es para ella, ¿Por qué decir esa mierda?

—¿Quieres que te trate como a una puta? ¿Quieres experimentar lo que hago yo con esas mujeres? —Nancy se mantuvo firme.

—Hazlo, pero no olvides que duermes conmigo. —Leviatán tragó grueso para no gritarle. —Y no me interesa que duermas en otra habitación, daré contigo y lo sabes.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 06, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Flor De La Mafia Where stories live. Discover now