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El investigador privado estaba dentro de su auto, el cual se encontraba estacionado frente a la estación de policía.
Había llegado demasiado temprano desde la ciudad más cercana.
La investigación que le había encargado Eduardo estaba finalmente dando un poco de luz sobre los distintos acontecimientos que habían ocurrido siete años atrás en la clínica donde trabajaba Eduardo.

Estos avances en la investigación los había logrado gracias a la ayuda de algunos contactos que tenía dentro de la fuerza policial. Por intermedio de un colega que estaba todavía en actividad le habían comunicado que el detective Teo Miller era quién se encontraba a cargo de la investigación sobre la inexplicable desaparición de algunas personas mayores.

Necesitaba hablar con él e intercambiar información para saber si su conclusión sobre el ataque a Xavier estaba activamente relacionada con dichas desapariciones.

Se quedó dormido esperando que se hicieran las ocho de la mañana. Entreabrió los ojos dándose cuenta que un oficial venía a su encuentro, tal vez el hecho de que estuviese estacionado allí le había llamado la atención levantando alguna sospecha.

Se colocó los anteojos para buscar su documentación, sabía que era lo primero que el oficial le solicitaría.

El oficial golpeó el vidrio de la puerta del auto mientras el aún estaba buscando los documentos en la guantera del auto.

Bajo la ventanilla, sonriendo y saludando al oficial.

- Buen día oficial - dijo con un tono neutro.

- Buen día señor. Le comunico que aquí no se puede estacionar ya que es la zona exclusiva para todos los empleados y oficiales de la estación policial. Por favor permítame su documentación, carnet de conducir y cédula verde

El inspector amablemente le entregó la documentación solicitada.
El agente miró toda la documentación atentamente, y se la devolvió al inspector.

- Está todo en orden. Ahora por favor debe estacionar en otro sector - dijo seriamente el agente. A tres cuadras de aquí hay un estacionamiento medido. Puede dejar su auto allí sin ningún inconveniente - le indicó el oficial.

El inspector volvió a asentir con su cabeza, encendió el motor del auto dirigiéndose al estacionamiento indicado por el oficial y volver a la estación policial.

El inspector tomó la carpeta con todos los informes que había recabado hasta ese momento, cerró la puerta del auto, colocó la alarma y se encaminó hacia la estación policial.

Unos quince minutos después se encontraba en el ingreso hablando con la persona encargada de la atención.

- Buenos días oficial. Estoy buscando al detective Teo Miller, necesito hablar con él con suma urgencia.

- Buenos días señor. Puede ubicarlo en la oficina que está al fondo de ese corredor a la izquierda.

El inspector agradeció al oficial por su atención y se dirigió al lugar indicado.
Golpeó la puerta esperando ser atendido rápidamente.
Teo estaba viendo los últimos informes que le había dejado su compañero sobre los testimonios de las personas que habían realizado la denuncias de las desapariciones.

Los golpes del investigador sobre la puerta de su oficina lo distrajo, se levantó y fue a ver quién se encontraba allí.
Al abrir se encontró con un hombre de unos cincuenta años, de mediana estatura con una carpeta entre sus manos.

- Buen día. Estoy buscando al detective Teo Miller.

- Buen día. Soy yo.

- Necesito hablar con usted sobre el caso de las desapariciones. Tengo información importante para darle.

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⏰ Last updated: May 05 ⏰

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DE REPENTEWhere stories live. Discover now