Dee, todo comenzó como algo que odiaba, algo de lo que me quería deshacer a toda costa...yo no quería amarte... pero aún así aquí estamos, ahora quiero que esto dure para siempre, acaso es mi culpa?, Dee que haremos ahora...será que nuestro pequeño...
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Los ronquidos de Heavy se escuchaban por toda la habitación sin parar, parecía una moto descompuesta en su totalidad queriendo conducir a máxima velocidad, incluso una pequeña línea de saliva escurría por el lado derecho de su boca.
No obstante, la alarma del chico lo despertó al instante de activarse, abriendo esos enormes ojos color verde pasto, su pupila se hizo pequeña y aguda al presenciar el sol pegando directo a su rostro.
---Mierda mis ojos!--- reclamó el joven a los intensos rayos de sol, mientras frotaba sus esferas esmeralda con las manos
Heavy se dió la vuelta llevándose sus cobijas con el, mientras cubría su cara y solo sacaba su mano para apagar aquel ruidoso sonido, el cual interrumpía el plácido sueño del pelirrojo.
Ya desactivada la alarma, el dulce chiquillo se dispuso a cerrar sus ojos y volver a dormir, pero nunca contó con que su otro despertador lo molestaría nuevamente, la puerta se abrió de golpe y Dee quien ya se encontraba más que arreglado, reclamo a gritos ordenando que el pelirrojo se levantará.
---Heavy!, despierta de una jodida vez, que aún nos falta el puto resumen de tu estúpida tarea!--- grito el rubio con enojó mientras se dirigía rápidamente a Heavy
Heavy solo hundió la cabeza en la almohada soltando un gruñido lleno de pereza, mientras Dee lo seguía reprendiendo.
---heavy, dije que ya levantes tu culo!, puedes al menos una vez en tu vida hacerme caso?--- el chico toma una gran porción de los cabellos rojizos de Heavy y los jala hacia arriba, levantando la cabeza del Infante.
---Auch!--- chillo el chico con disgusto ante la anterior acción realizada por el mayor.
---te dije que ya te levantes!--- sacude su mano con brusquedad
---okey okey!, pero sueltame ya!
Dee accede ante el mandato de Heavy, abriendo sus dedos y despejandolos de los cabellos del Infante, no obstante, la cabeza de el antes mencionado rebota contra la cama.
---muy bien, iré prendiendo la computadora y cuando ya esté encendida, tu ya debes estar vestido adecuadamente, si no es así, te partiré en dos
Esas últimas palabras fueron dichas con un tono bastante tétrico, susurrante y ronco, haciendo que Heavy de inmediato despejará las sábanas de su cuerpo y de un salto, abandonará el cómodo y suave cochon blanco.
Dee quedó complacido con la inmediata respuesta, para luego dirigirse hacia el dispositivo que poseía la razón de su fastidioso desvelo, pero la sonrisa malisiosa no falto en aquel rostro lleno de pecas.
El rubio se sentó cómodamente en la silla de el escritorio, posteriormente prendió la laptop, pero por otro lado, Heavy corría de un lado para otro, buscando la nueva muda que se supondría que ya debía vestir, miraba la computadora de reojo en cada instante, como si este fuese un reloj el cual indicaba la hora de su ejecución.
