El bosque de los demonios | Pilares, Lunas superiores

🗡11🗡

[NARRA ESCRITORA]

Al ver al chico pelirubio con puntas rojas, con orejas y cola de zorro delante de ti comenzaste a sentir miedo, retrocediste unos cuantos pasos.

El ambiente se puso tenso entre los dos, el chico te miraba algo confundido pero a la vez como si te estuviera analizando, te miraba de arriba a abajo.

Tu estabas completamente helada del miedo, tu cuerpo temblaba demasiado, al punto que no te podías mover ni siquiera hablar.

De repente, el chico se puso en 4 patas, y como si se tratara de un zorro, comenzó a caminar en círculos alrededor de ti mientras te observaba.

Tu te dejaste caer al suelo totalmente débil e indefensa ante el chico híbrido aún sin dejar de temblar.

— (M-Maldita sea.....t-tengo....que huir...pero....m-mi cuerpo no responde....carajo.....) — Maldeciste con tu mandíbula temblando mientras seguías viendo al zorro rodearte con esos ojos que parecía que te estaban devorando.

En un momento repentino, se detuvo, y aún en 4 patas empezó a caminar hacia ti.

— ¡N-No, aléjate! ¡Aléjate! — Le gritaste agarrando rocas al lado tuyo y amenazandolo.

Este pareció no hacerte caso, siguió acercandose a ti y tu comenzaste a lanzarle rocas pero ni se inmutaba.

— ¡Te dije que te-! — No acabaste de hablar, ya que en un momento repentino, este ahora estaba encima tuyo, te tenía inmovilizada tus manos y tus piernas con sus rodillas.... — ¿E-Eh?! —

Aquel chico ladeo la cabeza antes de acercarse a tu cuello, tu trataste de evitarlo pero con una de sus manos también te inmovilizo la cabeza.

Una vez cerca de tu cuello, lo comenzó a olfatear provocandote escalofríos en todo tu cuerpo.

— Mhhh.....tienes el aroma de.... — Se quedo callado unos segundos, después abrió los ojos como platos. — ¡Una mujer! —

Acto seguido se separo de tu cuello y te miro con una gran sonrisa que te dio miedo.

— Yo...encontré una mujer, realmente la encontré! — Soltó una risa algo escalofriante pero a la vez emocionado.

Se separo de ti y comenzó a saltar alrededor tuyo de la felicidad como si fuera un zorro, tu lo miraste confundida antes de comenzar a retroceder.

— (Mhhh...tiene orejas y cola de zorro....antes era uno....¿Acaso es como el chico de la serpiente y la mariposa...?) — Pensaste sin dejar de retroceder.

En un momento inesperado, el chico nuevamente se gira y corre hacia ti, una vez cerca te acorrala en el suelo, tu te pusiste nerviosa de nuevo mientras lo mirabas.