Prólogo

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...

Asustar a la gente se había vuelto una tarea complicada.

Sus trucos en si eran bastante efectivos con muchas personas, pero a medida que seguía pasando el tiempo, parecía estarse volviendo bastante predecible en todo, ya que apenas uno que la veía o se adentraba en un espacio bastante siniestro o extraño, ya tenían su atajo para evitar sus sustos en mas de una ocasión, lo que la lleno de decepción.

A ella le gustaba asustar a las personas, pues encontraba los gritos y miradas de horror en las personas algo bastante entretenido, aunque non era tan a menudo con algunos esperaban, pues sus ataques de de provocar gritos en la gente varia de que tan aburrida se encontraba o hubo veces en las cuales le provocaban la intención de llegar a darle un susto a alguien quien ella pensó seria divertido.

Ah! cierto.

La persona que tenia esos planes en la cabeza no era nada más que una niña de 8 años, cabello negro largo y bastante oscuro, piel blanca, vistiendo un simple vestido blanco completo, dejando ver en su rostro un único ojo de esclerótica negra con un punto blanco como pupila, pero la mayoría del tiempo su cabello llegaba cubrir su rostro por completo, asustando a las personas al verla en ese aspecto.

Ella era Erma Williams.  

Una Yokai.

...

...

Bueno, mitad Yokai.

Ella producto de un amor bastante unido de su madre, Emiko Yuriemoto Williams, una mujer bastante bella, pero tenebrosa cuando el tiempo lo a meritaba, o incluso cuando no se daba cuenta de eso, que era una imagen al carbón de ella, una agradable mujer de cabello negro, piel blanca, cabello negro blanco, siendo la vista de todos al conocerla y saber de lo que era capaz la mayor parte del tiempo, dado que su madre como ella pertenecían a una familia de Yokais bastante temidos que vivían en Japón, eso sin mencionar las diferentes habilidades que ella poseía y que sin duda fueron bastante útiles a la hora de dar sustos o probablemente hacer más que solo asustar.

Mientras que su padre, Samuel Williams, era un humano común y corriente, como todos los demás a los que ella acostumbraba a ver en el mundo, o más en donde vivía con todos los que conocía, y su padre era alguien bastante tranquilo, amable y cariñoso con ella y su madre, incluso aguantando todos sus intentos fallidos de asustar al hombre, que terminaba por ser castigada de una manera menor, o solo recibir una advertencia que la hacia detenerse para que no lo intentara, lo que fue bastante aburrido y a la vez deprimente no lograrlo. Y su gran habilidad, era ser un buen escritor, demasiado que incluso vivían de las palabras que en la mayoría de sus libros o argumentos que creaba a partir de su vida y la historia de los demás

En todo caso, tenia una buena familia a su parecer.

Entre todo eso, también tenia amigos. 

3 de ellos eran humanos y la ultima era una mezcla de una humana y una rata que vivían con ellos en el pueblo, pero tenían los mismos gustos, lo que le agrado mucho.

Tenia una niñera de lo mas buena, aunque muchos de sus intentos de asustarla fallaron, que casi sintió que ella tenia una mente bastante fuerte que la hacia verla como una especie de ser superior al miedo de los que ella siempre le daba cada vez que quería darle un susto.

También tenia un perro no-muerto llamado Siris. Curioso, que le dieran un perro que no podía morir por medios convencionales o armas de fuego, aunque eso solo lo hacia especial para ella y su familia.

Tambien tenia tios, unos bastante buenos que aceptaron con los brazos abiertos sobre lo que era, ya que al fin y al cabo era una familia.

Aunque... sin olvidarse de su prima Emily, que era alguien sin duda energica contra todo pronostico. La niña era alguien temeraria y feliz ante todo, que incluso el querer asustarla le era imposible, mostrando todo su arsenal de caras aterradoras, trepando las paredes, girar su cuello a 360°, hacer llamados a seres espantosos para que la ayudarán.

Una Yokai CelosaKde žijí příběhy. Začni objevovat