Naruto volvio a casa a preguntarse que habia pasado.
Una vez más, todo estaba tirado en el suelo como si un torbellino apareciera dentro de su apartamento tirando cada objeto que tuviera en su camino.
Se sujeto la frente de frustración por ver que tendría que limpiar su casa otra vez, pero tenia la idea de dejarlo como estaba, pero de nuevo lo considero al ver que podria haber problemas al caminar.
Suspirando de agotamiento, empezo a limpiar, teniendo una idea de miedo de pensar que ese fantasma estuvo en su casa otra vez y hizo todo este desastre para otro intento de querer arrancarle su alma o mal decirlo con algun maleficios cruel y doloroso que le provoco un miedo subiera por su espina dorsal al imaginarse eso.
Casi sentia que lloraba?
- Por que... Dios? De todas las cosas que pudieron pasarme, por que un fantasma para atormentarme?
El niño rogo mientras se limpiaba la nariz mientras recogí los trastes de todos lados de la cocina, que de algun milagro lograron sobrevivir.
Fue a su habitación y recogió todas sus macetas, con mucho cuidado de que ninguna estuviera mal o grave, suspirando de alivió al ver que estaban sanas y sin ninguna fractura. Su plantas eran una de las cosas que apreciaba cuidar en su casa.
Paso un tiempo cuando termino de limpiar todo el desastre, quitándose el sudor de la frente por su trabajo ya echo, aunque la ropa sucia seguia tirada a un lado de su cama como recurso de emergencia en caso de que se cayera de la cama o hubiera una emergencia por la cual necesitara vestirse rapido.
Era lo menos que podia hacer en este dia, pues habia faltado a las clases de la academia, todo por que ya no estaba muy cómodo con el trato de todos los maestros hacia su persona, cada dia siendo castigada por alguna tontería que no habia echo, o que solo lo culparon para desquitarse con el dandole más tareas y ejercicios que a cualquier otro estudiante.
Ya era un abuso y no iba soportar por más tiempo eso.
Se recostó en su cama, aburrido por los acontecimientos de este dia, aunque fue bueno visitar Ichiraku para su dotación de Ramen del dia.
Aun tenia suficiente dinero para gastarlo en más Ramen, pero debía de gastarlo bien.
Levanto la mirada, mirando directamente a su armario aun abierto.
Su tenebroso y oscuro armario.
Sentia como el viento tocaba su piel, estremeciéndose del terror, las gotas de sudor fresco resbalando de su rostro.
Ahora que lo pensaba, nunca habia a su armario.
El mismo lugar de donde ese niña fantasma siempre salia por las noches a dormir con el, y para luego darle los peores sustos de su vida por las mañanas.
Eso solo significaba una cosa.
Su armario era alguna clase de puerta que conecta directamente con el infierno?
Ya sentia que su corazon iba a salir de su pecho por los fuertes latidos, una vez sintiendo que se volvería a desmayar por la horrible idea que tenia un portal que iba al Inframundo en su casa y en su habitación.
Esto ya era irreal.
Empezo a hacerse una bolita mientras veia el oscuro y ahora tenebroso armario.
- Dios... Esto alguna vez va a parar?
Naruto murmuró con los dientes chasqueando de miedo al imaginarse que en vez de la niña fantasma apareciera el mismo Shinigami en persona a llevarse su alma o algo parecido.
