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Tarde calurosa en Manhattan, avanza por las escaleras con una dirección fija. Observa a sus compañeros ir de un lado a otro atendiendo sus propios servicios o esperando a ser solicitados por uno nuevo. Llega a la oficina indicada y toca la puerta hasta escuchar el "adelante", observa a su jefe sentado frente a él con unos papeles en la mano, con ademanes le indica que tome asiento y este acata la orden.

- El doctor Grisha Jaeger ha solicitado más personal para el cuidado de su familia ya que hace tres días ocurrió un atentado contra su único hijo - le hace entrega del documento - su hijo se encuentra bien pero ha solicitado más personas para salvaguardar la vida de su familia.

- ¿Y yo seré enviado? - su jefe asiente.

- Serás el nuevo guardaespaldas de la esposa de su hijo.

- ¿No estaba Solis con ella?

- Estaba lo has dicho - frota el tabique de su nariz - la familia del doctor Jaeger es un poco especial, hay que tenerles suficiente tacto - solo asiente - inicias apartir de mañana - da por finalizada la conversación.

- Pondré todo mi desempeño en el trabajo - sonríe ladino - solo quiero pedir un favor - su jefe lo mira atento - no le diga mi nombre al Doctor Jaeger, yo me presentaré personalmente ante él y su familia.

- Como decidas, puedes retirarte - asiente y sale despidiéndose de su jefe.

Camina por los pasillos hasta la sala de descanso donde ingresa y toma asiento en el gran sofá, abre el expediente y comienza a darle lectura, ríe de vez en cuando al imaginar lo que está pasando en la familia. El hijo del doctor Jaeger es un completo caos, un alfa que no tiene control en si mismo y casi ha sido arrestado en varias ocasiones por peleas insignificantes, su nuera es una Omega complicada que solo se enfoca en su vanidad y en juzgar a los trabajadores de la vivienda, mientras su esposa solo se dedica a acompañar al Doctor Grisha a los eventos a los que asiste y a obedecer órdenes tal cual Omega sumiso.

- Doctor Grisha Jaeger, has cuidado bien que nada de esto salga a los medios - suelta una carcajada - mañana será otro día - se levanta de su asiento.

Al llegar a su hogar preparó sus maletas alistando todo para al siguiente día presentarse frente al hogar de la familia Jaeger. Lo más difícil fue despegarse de su familia, su hermosa madre prometió que estarían bien y eso fue suficiente para que asistiera al trabajo sin preocupación alguna.

- Oh vaya - suelta un gran suspiro al ver la gran mansión frente a él - El hospital si te ha dejado muy buena posición económica.

Toca el timbre del hogar y las puertas se abren, el vehículo de la empresa ingresa y lo deja frente a la gran puerta principal para luego retornar a la salida del hogar. Toca suavemente la puerta principal y esta es abriera por una sirvienta beta de cabello castaño que conoce bien, Sasha Blouse esposa de su compañero de trabajo Connie Springer.

- ¿Tú? - solo asiente - adelante te esperan.

Avanza a la gran sala principal y frente a él se encuentra el Doctor Grisha Jaeger, un Alfa Dominante reconocido en todo Estados Unidos al ser uno de los mejores doctores del mundo. Tres lustros han pasado desde la última vez que lo vió y aún sigue siendo la misma persona solo un poco desgastado del rostro debido a la edad. Grisha lo mira sorprendido, encontrando cierto parecido a alguien de su pasado, quedando la duda sembrada en su cabeza.

- He de imaginar que eres el nuevo guardaespaldas que me fue enviado - asiente - ¿Cómo te dicen, muchacho? - lo mira con curiosidad

- Kruger, Señor - habla firme y con respeto.

- Kruger - repite para si mismo.

El nombre le suena conocido pero no recuerda dónde haberlo oído.

- Perfecto, bienvenido. Te encargarás de cuidar a la esposa de mi hijo, los presentaré mañana por la mañana en cuanto lleguen de su viaje junto a mi esposa. Blouse se encargará de mostrarte la casa y cual será tu habitación, si hay duda ya tienes mi número, puedes marcar - asiente.

Eres Único - Ereri Where stories live. Discover now