~VII~

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– E-eren duele – sus mejillas están empapadas de lágrimas – Eren detente.

– Calla – gruñe mientras continua las fuertes embestidas – sabes bien que debes preocuparte para recibirme todas las noches.

Levi suelta un fuerte grito cuando el nudo empieza al momento en que los gruesos dedos del alfa se clavan sobre la pequeña cintura blanquecina. Eren gruñe mientras su escencia llena el condón que lleva puesto, se niega a hacerlo sin condón pues no quiere más cachorros con Levi.

– Mgh – los sollozos de Levi lo hacen sentirse bien.

La mayoría de las noches es lo mismo tener sexo sucio y rudo que terminan asqueando a Levi. Llevan dos meses juntos mientras su cachorro ya lleva tres meses de vida. Levi se ha dedicado al cuidado del cachorro y a ayudar a Carla con las labores del hogar mientras Eren continua sus estudios matutinos de último año en la escuela y por la tarde acude a un trabajo donde la paga no es buena ni mala, simplemente le alcanza para comprar algunas despensas o productos que su cachorro requiera como son los pañales.

– Oh pobrecito – se burla acomodando su pantalón – ¿Te duele el culo? – ríe viendo a Levi en el suelo con la mirada baja – eso pasa cuando no humedeces tu agujero para recibirme.

– Te odio – lo mira furioso.

– No lo haces – se inca a su altura – te gusta que te folle con fuerza como una pequeña zorra – besa sus labios dando ligeras mordidas – vístete – sale de la habitación.

Levi gruñe incorporándose para ir al baño donde toma una ducha con agua helada tallando con fuerza su cuerpo intentando eliminar todo rastro de Eren permaneciendo media hora dentro.

Cuando sale viste con algo ligero y camina a la cuna de su cachorro, ese pequeño ser que le hace mantener la esperanza de pronto reconcilarse con su alfa y ser una familia.

– ¡Eren! – pega un gran grito – ¡Eren! – el nombrado llega a la habitación.

– Que demonios... – calla al ver a Levi con el cachorro en brazos.

– Eithan arde en fiebre y no despierta – solloza – Eren, mi cachorro.

– Vamos al hospital – hace una pequeña maleta con ropa del cachorro y salen de la vivienda.

Toman el primer taxi que los lleva directo al hospital donde rápidamente el pequeño Eithan es atendido. Una larga y tortuosa hora pasó para que el doctor apareciera. Mientras en la sala de espera están ambos padres y la abuela Carla.

– ¿Cómo está mi cachorro doctor? – se levantan del asiento.

– El cachorro está estable – ambos suspiran aliviados – pero deberá permanecer la noche aquí para tenerlo en observación – la pareja asiente – si hubiesen esperado más tiempo es posible que no hubiese sobrevivido – Levi gime al oír eso – deben ser más cuidadosos, un recién nacido es muy delicado. Siempre hay que estar atentos a su salud.

– Así sera doctor – habla Carla – yo me encargaré que estos padres imprudentes cuiden bien de mi nieto – el doctor asiente.

– Pueden pasar a ver al cachorro – Eren toma la mano de Levi y siguen al doctor hasta el cunero donde se encuentra el pequeño Eithan – si necesitan ayuda llámenme – ambos asienten y luego el doctor sale.

– Hola bebé – solloza al ver a su pequeño dentro de la incubadora – Eren – el castaño mira las lágrimas en Levi – soy mala madre para mí cachorro.

Eres Único - Ereri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora