La visión shinobi de este maravilloso mundo

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39: Mientras tanto
Nota del autor: ¡1.400 reseñas~! ^^

Pueblo Demonio Carmesí...

La puerta de cierta tienda de adivinación se abrió cuando entró una joven con cabello negro que giraba en las puntas.

El dueño de la tienda levantó la vista con una sonrisa de complicidad.

"Buenos días, Arue. Tuve una visión de que visitarías mi tienda hoy".

"Eso parece, Soketto. Entonces supongo que ¿ya sabes por qué estoy aquí?"

Preguntó Arue con los ojos entrecerrados mientras caminaba hacia una ventana cercana y cerraba las cortinas.

"He presagiado que este día llegaría. ¿Supongo que has terminado de descifrar el tomo que nos dejaron nuestros antepasados?"

"No del todo. Está casi terminado, pero necesito los ojos de una maga nacida del linaje de nuestro jefe. Sólo entonces descubriremos la verdad".

Esto hizo que los ojos de Soketto se abrieran ligeramente. Pero rápidamente mantuvo su expresión tranquila pero calculadora.

"El jefe no permitiría tales acciones."

"Por eso hay que hacerlo en secreto. Sin magia".

Dijo Arue mientras miraba fuera de las cortinas para asegurarse de que nadie estuviera escuchando a escondidas su conversación. Aparentemente satisfecha de que nadie estaba mirando, Arue caminó hacia el escritorio de Soketto y colocó un pequeño pergamino frente a ella.

Soketto miró el pergamino por un momento, pero su atención se centró en el sonido de la puerta abriéndose una vez más y vio que Arue ya se estaba yendo.

"... ¿Ero-Senin está consciente de la existencia de este pergamino?"

"...No, y tengo la intención de mantenerlo así. Ahora debo irme y realizar el ritual prohibido para mantener la visión de Ero-Senin fuera de nuestra aldea por el momento."

Dijo Arue y cerró la puerta detrás de ella.

Soketto se quedó mirando la puerta por unos momentos, luego volvió a mirar el pergamino que había llegado a sus manos.

"Puedes salir ahora".

"!"

En la esquina de la habitación, el mismo espacio se distorsionó cuando un hombre encapuchado apareció de la nada.

"Estabas consciente de mi presencia..."

"Por supuesto. ¿Quién crees que soy?"

Dijo Soketto con un tono divertido, haciendo que el chico desviara su mirada.

"Tengo una tarea para ti, Buzucoily."

Alcanrecia…

"¡Achu!"

Jiraiya jadeó, su voz resonó en las paredes de las aguas termales casi vacías.

"¿Qué pasa, camarada? ¿No me digas que te estás resfriando en una fuente termal? ¡Jajaja!"

Dijo un hombre que parecía tener la misma edad que el sabio antes de estallar en carcajadas.

"No, no es eso... creo que ese pipsqueak está pretendiendo lanzarme una maldición otra vez."

Dijo Jiraiya y dejó escapar un suspiro cansado. Amaba Crimson Demon Village, porque era conocido por tener muchas mujeres hermosas. Pero por alguna razón, era muy popular entre los niños. Especialmente cierto mago que aspiraba a ser un autor como él.