La visión shinobi de este maravilloso mundo

102

102: Dos son multitud, tres son una fiesta
Naruto…

"...puaj…"

Somos uno…

"¡Guau…!"

Juntos para siempre…

"Ngh…"

Naruto se movía y daba vueltas mientras dormía, la voz de Sylvia susurraba constantemente cosas directamente a su mente. Kurama no estaba ayudando, maldito zorro, por lo que se vio obligado a hacer todo lo posible para ignorar la voz de la Quimera.

Pero los susurros eran tan fuertes... y él estaba tan cansado. En ese momento, ni siquiera sabía qué quería Sylvia.

En su estado semilúcido, no veía nada más que oscuridad, el profundo abismo sin fondo que amenazaba con tragarlo por completo.

Hubo un destello rojo, y los brillantes ojos amarillos de Sylvia miraron fijamente su alma.

Quiéreme…

"¡N-no…!"

Sus tristes súplicas se perdieron en la noche. Nadie iba a venir a salvarlo y él lo sabía. Sentía mucho calor, pero frío al mismo tiempo. Había tanto espacio en su cama y, sin embargo, nunca se había sentido tan oprimido.

Pero en la oscuridad apareció de repente un destello de luz dorada, que pareció intensificarse con el paso del tiempo. Era una sensación cálida, incluso reconfortante, como un abrigo cálido y esponjoso en una noche de invierno.

Naruto abrazó el calor con los brazos abiertos, dejando atrás los menguantes gritos de atención de Sylvia.

No sabía qué era esa luz ni de dónde venía, pero se sentía seguro en su presencia. Le resultaba familiar, como si estuviera en compañía de un amigo.

Justo cuando cayó en un plácido sueño, Naruto vislumbró brevemente el color blanco antes de que todo fuera consumido por la luz dorada.

Llegó la mañana y Naruto se despertó sintiéndose renovado. Sus recuerdos de la noche anterior estaban un poco borrosos, pero una cosa era segura:

Necesitaba extraer este espíritu maligno.

"Pero primero… Más sueño…"

"Mmm... Sí, estoy de acuerdo..."

Una voz familiar asintió antes de que el dueño se acurrucara en su pecho desnudo.

. . .

Los ojos de Naruto se abrieron de golpe y su visión pasó del techo a una mata de cabello rubio que actualmente estaba acurrucada contra su cuerpo debajo de la manta.

¿Dónde había ido a parar su camisa? O mejor dicho, ¿quién demonios estaba en su cama?

"Hm... ¿Pasa algo?"

La mujer debe haber sentido su perturbación y levantó la vista para revelar unos ojos azules que pertenecían nada menos que a Dustiness Ford Lalatina.

Naruto sintió que ella se movía bajo la manta para poder ver mejor su rostro. Vaya, lo sintió.

Porque ambos estaban completamente desnudos.

Pero antes de que el pánico pudiera apoderarse de él por completo, Naruto escuchó un golpe en su puerta.

"¡Naruto~! ¿Estás listo para ceder ante mi demaaaaaaAAAAAAHHHH?"

Aqua irrumpió en la habitación mientras decía tonterías, solo para gritar a mitad de la oración al ver a las dos rubias en la cama.

—¡E-espera, Aqua! ¡Shhh...! ¡No es lo que piensas! ¡Sólo baja la voz!