Capítulo 18

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Cómo todos los viernes Rubén llegó luego de trabajar a casa de Sam, el chico hablaba por llamada con sus hermanas, por lo que cuando abrió la puerta le hizo un gesto para que lo esperara.

-Mónica, no puedes regalarle a mamá un pase a un strip club

-¿Porque? Aún tiene edad para ver a hombres desnudos bailando frente a ella

-¡Samuel!- Kris estaba a punto de un colapso nervioso

-Papá sale a jugar golf todos los sábados con sus amigos, mamá tiene derecho a también divertirse

-¡Entonces reúne a sus amigas para que salgan a beber algo! ¡No organices una maldita fiesta nudista para el cumpleaños de mamá!

-Les dije que mejor debíamos comprarle un regalo- froto sus sienes

-Suficiente regalo será que vengas a casa para su cumpleaños ¿podrás?

-Y aquí viene la excusa- Sam gruño hacia Mónica

-Lo siento, creo que no voy a poder

-¿Porque?

-No puedo dejar el programa, sabes que sin mí no pueden hacerlo- miro de reojo a Rubén que estaba apoyado en la mesa, midiendo sus palabras

-Pues pide libre el sábado, el domingo no trabajas ¿O sí?

-No, pero...

-¡Samuel de Luque, deja de meter excusas!- alejo el móvil de su oreja al escuchar el grito de Mónica

-Veré que hago- sus dos hermanas suspiraron- Y por favor, pónganse de acuerdo para el cumpleaños de mamá

-Cena en su restaurante favorito con todas sus amigas

-Strip club

-¡Mónica!

Sam colgó la llamada antes de escuchar a sus hermanas comenzar a pelear otra vez. Se dio la vuelta encontrándose con un Rubén risueño

-¿Te divierte mis peleas familiares?

-Me divierte como eres el árbitro entre ellas dos

-Si no lo hago se terminarán matando- se acercó abriendo la caja que el castaño había traído y tomando una galleta- Son muy diferentes

-¿Y tú?

-Soy el perfecto equilibrio entre las dos- le dio un mordisco a la galleta- ¿Que haremos hoy?

-Bueno, cómo todos los días podemos ver una peli, pero está vez...pensé en cocinar- apunto hacia las demás bolsas sobre la mesa

-Espera ¿También sabes cocinar?

-Mi especialidad son los postres, pero si, también se hacer un poco sin quemar la cocina

-Joder, no sabía eso de ti

-Hay muchas cosas que no sabes de mí, De Luque- Rub golpeó con su dedo el pecho de Sam haciéndolo reír

-Pero poco a poco voy descubriendo porque te caigo muy bien

-Me das confianza- se encogió de hombros yendo a la cocina y sacando las cosas de las bolsas- Espero que también cause eso en ti

Sam se quedó callado apoyando en la encimera de la cocina, la conversación con Luzu sobre decirle al menos uno de sus secretos a Rubén se volvió a rememorar en su cabeza. Aún no tenía claro como comenzar esa conversación, pero si tenía claro que quería decirle una verdad.

-¿Porque no quieres ir a dónde tus padres?- Sam salió de sus pensamientos para verlo con el ceño fruncido

-¿Que?

-Parecías querer inventar una excusa cuando tus hermanas te lo dijeron

-No es eso...- hizo una mueca- Es solo que... cada vez que voy a casa mis padres se preocupan mucho por mí, no me gusta que lo hagan

-¿Porque? Son tus padres

-Porque odio que me tengan lastima o que se preocupen por mi

-Eso es estúpido, las personas que te quieren siempre se van a preocupar por ti

-No entiendes, mamá...casi nunca celebra sus cumpleaños, no desde que paso algo conmigo que la afecto mucho- negó con la cabeza- Ella siempre ha dicho que le basta con tenernos a todos juntos, pero tiene derecho a festejarlo, por eso no quiero ir

-Crees que si estás ahí ¿no lo va a disfrutar?

-Sé que si estoy se va a preocupar más en como esta mi salud que en su propio cumpleaños

-Las madres son así, pero debes estar seguro que estaría feliz de verte

-No sé, tal vez vaya, tal vez no, no estoy muy seguro- una idea cruzo por su cabeza- ¿Y si vas conmigo?

-¿Qué?¿Porque?- sus mejillas comenzaron a enrojecer

-Porque eres mi amigo, y estoy seguro que si me ve con alguien más se dará cuenta que estoy bien y que no tiene de que preocuparse- se encogió de hombros- Además, mis hermanas te quieren conocer

-Ah, claro por eso- bajo la vista mientras seguía cocinando- No se Sam...

-Solo sería un rato, mamá va a almorzar con sus amigas y luego haremos una reunión pequeña en casa- junto sus manos haciendo puchero- Por favor, yo te acompañe a la convención

-Eso es chantaje

-Lo sé, por eso lo utilizo- Rub puso los ojos en blanco

-Bien, pero que sea rápido, el lunes tengo un pedido grande de bocaditos otakus

-Qué raro se escucha eso

El castaño rio centrándose en cocinar, Sam se acercó a él, viendo como cortaba y ponía las cosas donde debía. Una sonrisa apareció en su rostro al pensar en ver a Rubén haciendo eso todo el tiempo en su cocina.

Movió su cabeza sacando ese pensamiento de su cabeza, que estaba pensando. No podía ver a Rubén como más que un amigo, si lo hacía podría hacerle daño.

Sintió una cosa fría en su mejilla sacándolo de sus pensamientos, el castaño frente a él se reía y pudo notar como la salsa que estaba preparando ahora estaba manchando su cara. Sam lo miro con los ojos entrecerrados y una sonrisa diabólica

-Ven aquí- Rub tapo la olla en donde estaba cocinando poniéndose al frente

-No

-Me manchaste

-Estabas perdido en tu mundo, solo quería llamar tu atención

-Creo que te gusta mucho llamar mi atención Rubén Doblas

Tomo de la cintura al chico acorralándolo entre la encimera y su cuerpo. Rubén se encogió en su sitio, dejando que Samuel apoye uno de sus brazos justo por encima de su cabeza y otro en la encimera, justo al lado de su cadera, dejándolo sin escapatoria.

Sam relamió sus labios al estar tan cerca, Rubius se limitó a pasar sus ojos de los labios a los amatistas del chico, deseando que esa tensión se cortará de una vez uniendo sus bocas.

El pelinegro se inclinó quedando a la altura del chico, rozando su nariz con la suya de manera suave hasta dejar su cabeza ladeada. Rubius cerró los ojos al sentir el roce de sus labios juntos y por un momento pensó en acortarlos, pero antes de armarse de valor, Samuel ya se había apartado

-Creo que...-carraspeo nervioso- Iré a comprar algo para tomar, solo tengo agua y cerveza, no se me antoja nada- tomo las llaves de la encimera- Ya vengo

Salió corriendo de la cocina dejando a un confundido y nervioso Rubén en ella. Estaba claro que lo quería besar, incluso estaba a punto de hacerlo, pero ¿porque no lo hizo?

||Maldito y sensual otaku|| 💮Where stories live. Discover now