"Enfermo" (Min YoonGi)

Capítulo 3:

Yoongi sonrió mientras desviaba su mirada de su informe hacia la chica que se encontraba en la camilla.

Podía notarse una mejoría en sus delicadas mejillas ya que estas comenzaban a recuperar su hermoso tono ligeramente rosado. El chico sentía ganas de volver a cepillarle el cabello pero por desgracia Lia ya se había encargado de la paciente. Al parecer se había tomado en serio la sugerencia de estar más al pendiente de ella.

Sin nada más que hacer de momento el chico le dedicó una última mirada antes de salir de la habitación.

Caminaba por el pasillo en busca de la cafetera más cercana, por alguna razón no había podido dormir bien desde hace algunas noches pero alguien lo interrumpió, Una mujer de más o menos la edad de su paciente y Cabello castaño... Sin duda una chica semiextranjera debido a su ausencia de rasgos asiáticos.

- ¿Doctor Min? - Inquirió La chica con un atuendo tan impecable como costoso, Traía puesto unos lentes oscuros y se mantenía sería esperando su respuesta.

-Si. Soy yo. ¿Puedo asistirla en algo? -Dijo sin más.

La joven extendió la mano para saludarle formalmente. -Mi nombre es Danielle, Danielle Marsh. - Entonces se quitó los lentes para revelar el desastre: sus ojos (Aunque claros y redondeados) estaban completamente rojos e hinchados, con demasiadas ojeras. -¿Podría Decirme cómo se encuentra Im SuAh?- Su petición sonaba más a una súplica.

. -¿Es Familiar de la Señorita Im? -Preguntó y aunque por fuera parecía serio y professional, por dentro estaba Sorprendido. Era la primera persona que se paraba por ese lugar a mostrarle algo de interés a la chica.

Danielle negó. -Es mi mejor amiga... Casi como mi hermana. Tome el primer vuelo hacia Daegu desde Newcastle en cuanto me enteré. - Y era evidente que del aeropuerto había venido directamente hacia el hospital ya que se veía demasiado agotada. Sin quererlo, ella misma le ha confirmado sus sospechas pues en efecto, no Lucía coreana y Newcastle sí no mal recordaba queda en Australia.

Yoongi apretó un poco la mandíbula y tenso sus músculos. -¿Entiende que no debería darle ningún tipo de información acerca de la Señorita Im sí es alguien ajeno a la familia? -

Danielle asiente con pesar, sus ojos vuelven a cristalizarse, cosa que consigue darle algo de lástima al Doctor Min. Este suspiró frustrado y asintió.-...Pero lo haré ya que usted es la primera persona en venir a ver la señorita Im. -

Y aunque ahora un brillo de alivio en sus ojos resplandece, la confusión predomina en su rostro. - ¿Sus padres no han venido a visitarla?
Pregunta ahora indignada. - Eso no es justo... Mi pobre pequeña, Sola y... - Más lágrimas amenazaron con salir.

- Calma. - Sugirió el pelinegro. -El horario de visitas terminó por lo que no podrá verla hoy... ¿Por qué no se relaja un poco y vuelve mañana?. - La chica asiente. -Bien, Ahora acompañeme a mi oficina por favor. -

Al parecer el café tendría que esperar. El chico siguió caminando con Danielle siguiéndole los pasos hasta llegar a su lugar. - SuAh es como un rayito de Sol, Siempre estaba sonriendo y ayudando a las personas, aún cuando estas no se lo merecen. No recuerdo alguna vez que ella se quejará de sus problemas... Es tan dulce.. -Luego paró en seco. -Lo siento mucho. Estoy hablando más de lo necesario. -

- No, Descuide... - Se adelantó Yoongi. -¿Por qué no me cuenta más acerca de la Señorita Im? - Alentó disimuladamente. La castaña Sonrió con debilidad y asintió, tal pareciera que el chico era el primero en interesarse por las anécdotas de sus pacientes.

- SuAh ama los viajes, sobre todo ir a Disneyland, Solíamos ir juntas cada vez que nuestras vacaciones coincidían. También le gusta ayudar a los niños, ella solía hacer donaciones a Orfanatos de escasos recursos y visitar Hospitales e incluso en Asilos. - Susurró. - Es una pena que alguien tan Angélical como ella este ahora mismo postrada en una cama y ni siquiera sus propios padres estén ahí para ella. - Después de unos cuantos minutos de charla, El Doctor Min le había dado la información necesaria sin romper con su ética profesional. La chica agradeció y prometió regresar al día siguiente a primera Hora.

Cuándo El pelinegro ya se encontraba bebiendo su café no pudo evitar sentir un deshielo en su pecho. Estaba feliz de que SuAh por fin tendría visitas.