Baekhyun es contratado para trabajar como escultor en un pueblo muy alejado de la capital, parecía un magnífico destino hasta el momento en que su mente olvidó los aspectos más importantes de su vida. ¿Tendrá que ver en ello su exnovio o el arcángel...
camino a través de las paredes, floto por el río Liffey
No estoy aquí, esto no está pasando.
No soy yo.
Howto disappear completely, Radiohead
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Chanyeol y Baekhyun tomaban la cena la tercera noche desde que el más pequeño perdió sus recuerdos, había pescado y ensalada en su plato lo que le recordó aquel detalle en los ojos de su casero cuando sonreía, el que soñó el día anterior tumbado sobre la arena. No tenía manera de comprobarlo puesto que no había visto a Chanyeol sonreír con sinceridad más que en sueños. ¿Sería un dato falso como el de su pulsera de conchas o uno real como el de sus sandalias de cuero? El más alto se inclinó para servirle un poco de puré de patatas y Baekhyun se permitió observar con cuidado cada una de las negras pestañas que adornaban los ojos de su casero. No fue una decisión consciente inclinarse para robarle un corto beso de sus labios, y cuando reaccionó ante la tibieza de la boca de Chanyeol, a pesar de haber sido el receptor de sus acciones en extremo cariñosas, le dio una sonora bofetada.
—¡Oh, cielos! ¡Lo siento! No quería golpearte... ¡tampoco quería besarte! —se apresuró avergonzando. Chanyeol lo miraba boquiabierto.
—Entonces, ¿por qué...?
—No lo sé —susurró antes de retirarse a prisa a su habitación, repentinamente sin hambre. Después de unos minutos a solas, Chanyeol tocó a su puerta.
—Te traje una cerveza —dijo colocándola sobre la repisa. Baekhyun estaba sentado frente a la ventana, observando un poco el mar y otro poco la casa de los vecinos en espera de algún movimiento que le confirmara que ellos aún vivían ahí.
—Gracias... Lamento lo de hace un rato, no sé lo que me pasó. Jamás besaría a otro hombre.
—¿No lo harías? Creí que eras gay... Es decir, antes de que tuvieras... el accidente.
—Una vez hubo alguien... él era inteligente, sagaz y coqueto, y yo simplemente caí cuando dijo que me amaba —murmuró con nostalgia.
—¿Mintió?
—No. Hubiera deseado que así fuera. Nos encontraron en la universidad, éramos tontos, no fuimos lo suficientemente cuidadosos... Su hermano casi me mata, estuve una semana entera en el hospital. Mis padres no demandaron porque se los imploré, pero después de eso nada fue igual. Nos prohibieron volver a vernos, todo el pueblo nos convirtió en el blanco de sus burlas... Mi familia y yo no pudimos soportarlo.
—Se marcharon...
—Así fue. Todos los días de mi vida me preguntó cómo está él. Muero por saber la respuesta y a la vez lo temo, igual que con el origen de mi amnesia, como si la sensación naciera del mismo lugar.