Religare III: Santo [Fanfiction EXO- ChanBaek]

Aureola VII

Él nunca lo vio venir (...) Está bien (...)

Aquí viene el pecado original (...) Está bien (...)

Nadie lo tiene todo.

Hero, Regina Spektor

     Tres años junto al hombre que olía igual que a las flores de rosea, tres años haciendo esculturas en aquel pueblo, dando clases de artes plásticas en el colegio junto a su pareja como profesor de educación musical, tres años de cenas con vecinos y los padres de Chanyeol, de besos, de risas, de cumpleaños y celebraciones. Todos como cenizas lanzadas al mar. Sin fotos ni vídeos, ni tan siquiera un diario... no habían tenido tiempo para tomar fotografías mientras eran felices. Pensaban que no las necesitaban y ahora esos recuerdos estaban todos ahogados en la espesa oscuridad de su mente. Baekhyun secó sus lágrimas y se puso de pie, había salido sin compañía para ver el plancton azul, no sin antes avisarle de su paradero a su casero, exnovio o quién fuese, la relación con Chanyeol ya no tenía nombre, como el resto de sus recuerdos también se perdió. 

     Caminó de regreso considerando si el amor vivía en el recuerdo o en los hechos, o si había un lugar en el cuerpo en el que pudiera ubicarse. Temió olvidar a sus padres alguna vez y que con ello también olvidara lo mucho que los amaba, lo mucho que disfrutaba de esculpir en diversos materiales, o si alguna vez olvidaba que a ello dedicó muchos años de estudio. Temió no ser dueño de ninguno de sus sentimientos. Inesperadamente dio de frente con alguien que incluso sin recordarlo demasiado creía conocer muy bien, se trataba de su vecino quien se apoyaba en un bastón con su rostro hacia el mar.

     —¿Sehun? Por favor, dime que esto no es un sueño —murmuró.

     —Hola, Baekhyun —respondió sin voltearse a verlo—. Me alegra que estés aquí, hay un favor que deseo pedirte; dirás que ya hiciste demasiado por mí, pero te prometo que esto no te costará nada.

     —Pídeme lo que quieras —aceptó de inmediato, aliviado de que su vecino continuara con vida, contrario a sus peores cavilaciones.

     —Descríbelo para mí —solicitó. Baekhyun dio unos pasos más cerca para observar a Sehun a la cara y vio que sus iris habían perdido la mayor parte de su color, ahora eran tan solo unos círculos grisáceos que no permitían la entrada de la luz. —Sé qué está ahí, puedo sentirlo, pero ya no soy capaz de verlo.

     El escultor intentó seguir con su mirada la dirección que tendría la de Sehun si este no hubiese perdido la vista, entonces observó a Luhan desnudo, jugando entre las olas a la luz de la luna, pero lo que cortó su respiración fueron las dos enormes alas blancas que nacían de su espalda.

     —Anda, dime qué te parece —instó Sehun.

     —Es... lo más hermoso que he visto en toda mi vida —apenas logró pronunciar en un tembloroso susurro.

     —Lo es, ¿cierto? Dime una cosa... ¿su piel continúa pareciendo tornasol cuando lo toca la luz de la luna?

     —Sí —murmuró.

     —¿Las gotas de agua siguen sacudiéndose de sus alas como escarcha plateada?

     —Sí —respondió antes de hacer un enorme esfuerzo por quitar la vista de Luhan y mirar a Sehun cuyos ojos desprovistos de vida lloraban. Al bajar la cabeza, apenado, se percató de que las vendas en las manos de su vecino estaban empapadas de sangre—. ¡Estás herido! ¡Hay que irnos!

     —Está bien... hace varios días sangran todo el tiempo, no hay forma de detenerlo.

     Incluso de tal manera Baekhyun logró ayudar a Sehun a hacer su camino de vuelta a casa, también entró con él y le cambió los vendajes de sus manos descubriendo de ese modo los estigmas. Luego, volvió a casa donde Chanyeol lo esperaba en la parte frontal tocando su guitarra.

     —Sé que has visto algo increíble, Baek... está bien si decides creer que todo fue un sueño más. Nunca te diré lo contrario, si es lo que deseas.

...

     —Una vez que te sientas mejor podrás reincorporarte a tu empleo —explicó Chanyeol mientras acompañaba a Baekhyun por el centro del pueblo, enseñándole cada una de las cosas, desde la clínica y el lugar en el que trabajaba hasta la iglesia que ostentaba en la entrada una de sus obras.

     —¿Crees que pueda hacerlo pronto? Ahora que sé que Sehun está vivo, me siento mucho mejor.

     —Será cuando tú quieras —sonrió.

     En la plaza del pueblo un hombre de cabello rubio exponía en una larga mesa muchas artesanías hechas con conchas, coco, piedras brillantes y trozos de palmeras. Baekhyun corrió a él en cuanto lo reconoció.

     —¡Baekkie, qué bueno es verte! —sonrió Luhan con la misma ternura que ostentaba en cada uno de los sueños del escultor.

     —He deseado encontrarnos desde hace días, pero parece que nunca estás en casa.

     —Yo he salido a trabajar al pueblo cada mañana y Sehun ha debido guardar reposo, no se ha sentido bien últimamente, pero todo el tiempo pensamos en ti y hemos llamado a Chanyeol cada día para pedirle noticias sobre... tu estado de salud.

     —Hay cosas que no consigo recordar.

     —Oh, no te preocupes más por el pasado, cariño, ya has usado de él todo lo que has podido. Toma esto —dijo obsequiándole una pulsera de conchas blancas—, y ocúpate de nada más que del presente.

     —Gracias, ángel.

     La sonrisa de Luhan se borró de inmediato. El rubio observó a Chanyeol tras él quien se encogió de hombros en un gesto simple.

     —No vuelvas a repetir eso —le aconsejó Luhan con tono serio.

     —¿Por qué no? Es lo único que sé de ti.

     —Las personas cambiamos, lo que fui hace diez días no es lo mismo que soy ahora, Baekhyun, tampoco tú —luego se dirigió a Chanyeol—. Será mejor que te lo lleves, no le hará bien agotar todas sus fuerzas después de haber estado en cama.

Imaginar a Sehun sin vista, pidiendo lleno de dolor que le describan a Luhan me rompe mucho u.u ¿Se imaginan el castigo de ser esposo de un arcangel y nunca poder verlo? ¡Denme un abrazo! 

No sé por qué escribí que pasara eso :c