Religare III: Santo [Fanfiction EXO- ChanBaek]

Aureola VI

Cada día estoy aprendiendo sobre ti

las cosas que nadie más ve.

Y el final llega demasiado pronto,

como estar soñando con ángeles

Angels, The XX

     Baekhyun se armó del suficiente valor como para escapar de la cabaña con el fin de buscar a sus vecinos sin que Chanyeol lo notara. Se detuvo frente a la puerta de al lado intentando reconocer las sensaciones que experimentaba en ese momento, deseando con todas sus fuerzas que aquellas lagunas oscuras en su memoria se llenaran de luz, pero no hubo algo que le fuera de utilidad más que el escalofrío que le provocaba recordar la visión de la extraña criatura de la noche anterior.

     Tocó la puerta con insistencia sin que nada adentro pareciera moverse. Apoyó la frente en la pared, pensando lo peor. Si sus vecinos no estaban más en ese sitio, si sus recuerdos habían desaparecido por un hecho traumático y entre sus horribles pesadillas se encontraban Sehun inerte y Luhan llorando, eso significaba que sus queridos nuevos amigos estarían muertos para entonces, y que partieron de este mundo de forma tan violenta que su estado psíquico sufrió las consecuencias.

     —¿Qué estás haciendo? —La voz de Chanyeol lo hizo dar un salto. —Ven conmigo, te he dicho que me avises cuando vas a salir.

     —Quiero saber si el demonio les hizo daño. —Lo enfrentó.

     —No, no quieres saberlo.

     —¡QUIERO! —Gritó envalentonado— ¡LO HAGO!

     —Sí, los dañó, pero no soy yo quien deba contártelo —respondió exasperado ante la exigencia de Baekhyun. Luego suspiró. —Vamos a casa, es hora de comer.

     Comieron en silencio y se mantuvieron de esa forma el resto de la tarde, Chanyeol aseando todo lo que encontraba por ahí, intentando distraerse, y Baekhyun dormitando en una hamaca en la parte trasera de la casa, jugando con la concha que el mar le había tirado a los pies el otro día, intentando poner sus pensamientos en orden. Cuando el sol fue dando paso a la luna, la oscuridad que lo rodeaba le infundió temor y decidió entrar, aunque tuviera que encarar a Chanyeol aún sin querer hacerlo.

     —Quiero que me acompañes a un lugar —dijo su casero en cuanto él ingresó a la pequeña cocina. No esperó respuesta, tiró de Baekhyun y lo obligó a atravesar la puerta de en frente.

     —¿A dónde vamos?

     —A ver las estrellas que han caído en el mar.

     No lo comprendió en ese momento y a pesar de ello confió en Chanyeol y caminó en silencio a su lado a través de las palmeras. Después de un rato a un ritmo tranquilo comenzó a disfrutar la brisa marina, el olor a sal en el ambiente y el sonido de los animales nocturnos.