you're mine

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— ¿Me estás hablando en serio Jungkook? ¿O es alguna de tus bromas? — pregunté sorprendida y comencé a reírme.

— L-lo digo de verdad, no miento — murmuró y soltó una risa nasal — No me molestaría que digas que si — miró a otro lado.

¿El realmente cree que yo voy a aceptar? ¿Luego de como me dejó bastante especificado el que nosotros no somos nada ni vamos a serlo?

— Oh no, lamento informarle que no se me apetece — dije con algo de sarcasmo y me adentré a la cocina — Tu tienes novia, y por favor, lo de ayer olvídalo Jeon — este alzó una ceja y se acerco a mi.

Se sentó en una de las butacas que estaban en la barra, y quedó observándome mientras preparaba la comida. Sentía su mirada encima mío y eso hacía ponerme un poco tensa, pero trataba de ignorarlo.

[...]

— Mm, creo que esto ya está listo — probé de la cuchara y le mostré — Pruébalo y dime — se levantó de su asiento y caminó hacia mi.

Tomó la cuchara y la dejó a un lado. Rápidamente posicionó sus manos en mi cintura y me apegó a él, para luego comenzar a besarme delicadamente.

Abrí los ojos como platos; me tomó por sorpresa su acción y no me lo esperaba. Quería cortar el beso de cierta forma porque sabía que ninguno iba a detenerse luego y esto podría llevar a otra cosa, pero es que tan solo no podía.

Sus labios parecían unidos por un imán a los míos y como si no pudiesen despegarse. Estos eran demasiado suaves y esponjosos, y se movilizaban junto a los míos de una forma sutil y encantadora.

Inconscientemente enrollé mis brazos alrededor de su cuello, y este comenzó a bajar sus manos por mis glúteos, acariciandolos de una manera muy suave. Estábamos en nuestros mundo, y cuando más esperaba que sigamos esto...

— Mmm, si ya está listo — se separó del beso y se volvió a sentar en su lugar — Está muy delicioso Eunha — me miró como si nada hubiese pasado.

Estuve por varios segundos asimilando lo que acababa de ocurrir, pero volví al mundo real y continué cocinando. Lo odie por un instante por haberme dejado con las ganas de más, pero traté de no pensar más en aquel beso.

[...]

— Lavaré yo los platos, tu vete a dormir — se levantó de su asiento y comenzó a recoger los vasos y cubiertos.

— No, claro que no... — dije y seguí sus pasos pero este me ignoró.

Con la pequeña esponja, restregaba los trastes y yo no pude evitar sonreír. Se me hacía muy tierno y gracioso verlo lavar.
Parecía como si seríamos una pareja en la cual ambos hacíamos los quehaceres de la casa...

¿Qué mierda dices Eunha?

Sin pensarlo dos veces me acerqué aún más a él, y lo abracé por la cintura. Aspiré su hermoso perfume que me hipnotiza cada vez que lo huelo, y apoyé mi cabeza en su hombro.

— Cambié de opinión jovencito... — susurré en su oído — Si quiero ser tu postre esta y todas las noches que desees — murmuré y solté una risa.

Este no dijo nada y vi como soltó la esponja a un costado del lavabo. Dió media vuelta haciendo que quedemos cara a cara y me miró fijamente.

— Sabía que te ibas a arrepentir — dicho eso atacó mis labios nuevamente.

Me tomó de la cintura y me levantó un poco, para luego sentarme arriba de la mesada. Continuó en mis labios mientras ambos jugábamos con nuestras lenguas.

Su aliento al uvas por el vino que habíamos bebido anteriormente, hacía que quisiera probar sus labios y estar así toda la vida... como si sería una adiccion.

A medida que pasaba el tiempo, sentía como sus labios descendían por todo mi cuello dejando besos húmedos y mojados. El tacto de estos era demasiado satisfactorios por lo que no podía evitar jadear y gemir su nombre por lo bajo del placer.

[...]

Un teléfono que no era el mío comenzó a sonar interrumpiendo nuestro momento. Ya era la segunda vez que nos impedían gozar y disfrutar tranquilamente de la ocasión, pero esta vez provenía de alguien por parte de él.

— E-espera — se separó de mi cuello y tomó su teléfono — Ahora vuelvo — atendió la llamada y se fue a la habitación.

Suspiré cansada y me bajé de la mesada; odio cuando interrumpen algo que estoy disfrutando demasiado. No iba a negar que tenía ganas de tener sexo con Jungkook otra vez, y más sabiendo que el también lo ansiaba de igual manera que yo, pero tampoco quiero que solo seamos esto...

— Debo irme, lo siento — apareció de repente y me sacó de mis pensamientos — En un rato vuelvo.

— ¿De verdad te irás y me dejarás con las ganas otra vez? — le pregunté y volteé a mirarlo, quería provocarlo — Cuando tú vuelvas, ya voy a estar durmiendo y te vas perder esto — comencé a desabrochar algunos botones de mi camisa mostrando mi sostén.

Su mandíbula se tensó y su mirada bajó a mis pechos rápidamente. Disimuladamente acomodó su bulto por encima del pantalón, y mordió su labio inferior ligeramente.

— ¿Tú novia es la que te llamó? — pregunté seductoramente y este asintió — Entonces, ¿Elegirás a tu novia antes que a mi? — solté una pequeña risa y me acerqué a él lentamente.

— Tienes razón, mi novia puede esperar — me tomó de la cintura y me atrajo a él — Yo no...

— Tienes razón, mi novia puede esperar — me tomó de la cintura y me atrajo a él —  Yo no

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my sexy roommate | JJKWhere stories live. Discover now