,, Apenas te conocí, supe que serías mío para toda la vida y nadie iba a impedirlo ''
Por problemas familiares, Eunha decide mudarse a un apartamento económico para seguir evitando dramas.
La única opción que tenía era alquilar esta vivienda pero la...
— Si te vas a quedar conmigo avísale — susurré mientras acariciaba su mejilla — No quiero tener problemas con nadie — le sonreí y este sacó su teléfono del bolsillo.
Le envió rápidamente un mensaje y lo dejó arriba de la mesada.
— Vamos a la habitación — me tomó de la mano y caminamos hasta su dormitorio.
Ingresamos y cerró la puerta con seguro como si alguien pudiera entrar también.
Se sacó la camiseta que llevaba puesta quedándose en jeans, y en el cual se podía ver levemente su boxer Calvin Klein.
Su pequeña cintura y su tan trabajado abdomen, cada vez que lo veo, provoca dentro mío tantas cosas inexplicables, y estos momentos solo quiero que me folle hasta que se quede sin aliento...
— Desnúdate y siéntate en la cama... — ordenó con un tono de voz grave y dominante.
Seguí sus órdenes y terminé de sacarme lo último que me quedaba de ropa, pero aún teniendo puesta mi ropa interior. Dejé mi celular a un lado de la cama y me senté observándolo fijamente.
— Desbloquea el teléfono y entrégamelo, quiero jugar un poco — extendió su mano para que se lo dé pero lo miré confusa.
— ¿Qué harás con mi teléfono? — fruncí el ceño y se lo di como había pedido.
— Te voy a grabar mientras me la chupas, esto solo te va a quedar a ti y a mi — desabrochó su pantalón dejándolo caer al piso.
Me sorprendió lo que tenía ganas de hacer, pero tampoco pensaba en negarme. Lo único que espero es que ese video no se difunda o estaré en graves problemas.
Encendió el teléfono pero al instante vi como su alzó una ceja confundido y me miró.
— ¿Este es el chico con el que sales? — giró el teléfono y vi los mensajes que me había mandado Hoseok, mi ex.
— E-eh no, el es mi ex-novi — me interrumpió.
— Dile que no puedes hablar ahora y también bloquéalo — dijo serio y me entregó el teléfono.
Volví a hacerle caso a lo que me dijo, y aunque no quería bloquearlo , lo hice de todas formas.
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— Listo — le di de nuevo el celular y lo miré.
— Así me gusta, que me hagas caso — acarició mi mejilla y sonrió ladinamente — Ahora ya puedes empezar con lo tuyo.
Sin más que decirle, lo atraje hacia mi tomándolo de la cintura y antes de bajar su bóxer, observé su gran erección notoria que resaltaba por debajo de la tela. Pasé suavemente mi mano por arriba de este masajeándolo y mientras, dejando algunos besos por todo su abdomen.
En un momento sentí una luz blanca iluminar todo mi rostro. El pelinegro había encendido el flash del celular, dándome a entender que ya estaba comenzando a grabar toda la escena.
