06. Ya, claro

1.1K 98 10
                                    

06. Ya, claro

Killian Greco

—Esto va a ser tan divertido —escucho a mi hermano reírse.

Aaron nos rueda los ojos, pero no se ha negado, así que también le debe parecer divertido.

Me muerdo la piel del pulgar, terminando de preparar mi bolsa para el entrenamiento.

Soy el capitán del equipo de baloncesto de Blue High desde hace dos años. El mejor jugador que tienen.

Sufro trastorno por déficit de atención e hiperactividad desde pequeño y, a pesar de que con la edad ha ido menguando y que la medicación ayuda, no lo hace tanto como el deporte. Me ayuda a liberar energía y me mantiene calmado. No imagino un futuro para mí que no sea jugando a baloncesto.

—Venga, vámonos o llegaremos tarde —meto prisa, colgándome mi bolsa.

Normalmente, me importa una mierda llegar tarde a los sitios, pero no al entrenamiento.

Cuando salimos de mi cuarto, vemos a mi hermano Ambrose y mi prima Runa caminar por los pasillos hablando.

Runa es la hija de mis tíos Ava y Asher, ella y mi hermano tienen 15 años y son inseparables desde... siempre.

—Hey —saludo. Calix sonríe y Aaron solo asiente.

Nos subimos al antiguo Jeep negro de nuestros padres que nosotros heredamos cuando nos sacamos el permiso de conducir y es Aaron el que se pone tras el volante (como siempre) conmigo de copiloto y Calix atrás (también igual que siempre).

—Si queréis joderle la vida tenemos que seguir el plan —nos dice Aaron—. Nada de improvisar, y eso va por ti, Calix.

—Me ofendes, hermano.

—Estamos siguiendo el plan —digo yo, ignorando al mediano—. Ya hemos hablado con Miranda y las animadoras, ellas están cumpliendo su parte. Ahora nos toca a nosotros.

Calix suelta un resoplido.

—¿Por qué siempre tiene que haber un plan? Improvisar es más divertido.

—No seas llorón, Calix —me burlo—. De todas formas, todos sabemos quién te interesa realmente.

Eso parece enfurruñarlo.

—Cerrad el pico —gruñe—. Además, yo no soy el obsesionado que la acosa.

—Yo no la acoso —dice tranquilamente nuestro hermano mayor, como si no lo acabáramos de acusar de un delito—. Su presencia me es completamente indiferente.

—Ya, claro —rueda los ojos Calix.

Aaron resopla y lo manda a callar con una mirada mortal, antes de que continuemos con el camino al instituto de forma silenciosa.

Cuando llegamos, reconozco los coches de algunos de los chicos del equipo. En el instituto están también el equipo de atletismo y el de natación.

Los Tiburones de Blue City son unas leyendas entre los pasillos.

Pero mis hermanos y yo no sólo tenemos eso. Hay algo más, algo que nos convierte en la puta realeza.

KILLIAN (SDR 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora