Aquella.

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Aquella noche que el velo de la oscuridad atrapaba la ciudad, la vi.
Aquí en la mitad de aquella oscura ciudad, vestida de rosa con el labial corrido y ojos rojos.

No sabia que era una dama peligrosa, hasta que el roce de mi piel le llegó, fui por ella, le pregunte lo que pasó, solo concreto; –Mi amante me termino, el día de cumplir 5 años.

Y yo con ella me senté, le hice saber que estaría bien, nuestro hablar llego hasta el amanecer donde ella se encontraba bien, la llevé a su casa y le deje mi número.

Aquella chica me llamó al otro día, me invito a cenar en el medio día, le dije que si y nos encontramos en un local aparte de la ciudad, se acerco a mi con sus ojos marrones y susurra un pequeño "lo siento" luego me beso, desprevenido salte pero me deje llevar por la calidez de su tocar, entre besos, ella tocaba mi cuerpo y de pronto todo el local no importa, la tome de las cadera y la  subí  en la camioneta, ella con una sonrisa perversa me espero, elevo su vestido dejándome ver su paraíso.

Por dios, yo estaba desprevenido, no sabía que hacer pero el ardor del placer me llevó a besar sus muslos, llegue a su campo venus y sabore con lentitud todo su ser, sus gemidos llenaban la camioneta, pronto se nublaron los vidrios, le pregunte si estaba segura y ella empujó mi rostro en su centro, lambi y succione hasta que jalo mi cabello guiándome a sus labios. Nos besamos con deseo y tanta pasión que el mismo diablo tendría envida del calor de ese lugar.

Su pelo rojo tapaba un poco su rostro pero se  veía tan hermosa como el día que la vi, aún llorando ella era una diosa en plenitud. 

Jalo mi cintura, baje mis pantalones y corri su tanga, ya lubricada y yo tan necesitado de su  calor ingrese en ella en una, su gemidos fueron tan gloriosos   se sentía tan bien estar dentro suyo, nos movimos a la par, sus mejillas se sonrojaron, sus labios estaban entre abiertos y sus ojos igual, me  veía con picardia, ella estaba tan pero tan joidamente buena, sus movimientos sincronizados con los míos.

Hasta que acelere mis movimientos le di más duro, su cuerpo se tenso y luego sentí como se vino, se derrumbó en los asientos.

El sol pegaba la ventana y pude ver a alguien mirarnos, no dije nada, ella vio donde veía y le sonrió, mandandole una beso.

Termino admitiendo que era su pareja y que hacían eso hace unos años, que les gustaba ver follar con otros.

Me sentí un  poco perturbado  pero se me fue cuando ella me recompenso con un gran oral que me hizo acabar dentro de su garganta y ella se lo trago todo.  Acordó vernos otro momento y yo embobado con aquella tremenda mujer no lo negué, aun sabiendo que el baboboso de su pareja nos vería...

Relatos Sexuales. Where stories live. Discover now