11 - " SIESTA "

4.9K 299 35
                                    

👤 — DANIELA GARCÍA

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

👤 — DANIELA GARCÍA.
📍 — MADAGASCAR.

REAL LIFE.

¿Os acordáis de la apuesta que hice ayer con Dani? Pues adivinad quien no puede dejar de ir al baño.

Eso es. Yo.

Querían dar una vuelta por la civilización, pero me negué. Tampoco dije que me encontraba mal, eso solo lo sabía Jopa. Adri también lo sabía, porque me cambié a su habitación nada más se fueron para no estar toda la mañana sola.

Estuvimos durmiendo hasta tarde, dividiéndonos los baños para cada vez que queríamos entrar en uno. Y cuando él se puso a editar, me puse una película en el móvil.

No sé en qué momento me quedé dormida, pero en algún momento sentí como me zarandeaban un poco hasta conseguir que abriera los ojos. Plex estaba sentado a mi lado, en la esquina de la cama.

—¿Estás bien? —Me preguntó. Se veía realmente preocupado por mi estado.

¿Tan mal me veo?

—He caído, Dani— hizo el amago de sonreír con diversión, pero no lo hizo, ya que empecé a toser de repente— Se me ha juntado la regla con el dolor de barriga, y el cansancio. Me quiero morir, Dani. Más que nunca.

Me tocó la frente con la mano, supongo que porque desprendía mucho calor corporal.

—Creo que tienes un poco de fiebre.

—Sí— asentí en su dirección, moviéndome un poco hacia el lado— Simplemente es que llevo unos días sin descansar bien. En cuanto duerma, deje de necesitar un baño como el respirar y se me termine la regla, se me pasará.

—En unas horas tenemos que ir al aeropuerto— me recordó— Íbamos a dar una vuelta, pero si quieres nos quedamos y descansas un poco.

—Que va, que va.

—Nos vendrá bien a todos, Dani— insistió— Ahora les digo que nos quedamos.

No me dejó responder. Simplemente se acercó a mi, dejó un pequeño beso en la frente que de nuevo, removió algo en mi estómago, y se puso de pie para salir de la habitación.

Creo que debería ir a la mía, pero estaba tan cómoda que no era capaz de levantarme. Cerré los ojos por un momento, y los volví a abrir cuando escuché como se abría la puerta. De nuevo, era Daniel Alonso, con una botella con un líquido amarillo dentro. Lo miré raro cuando me lo extendió.

—Parece pis.

Una pequeña carcajada salió de su boca, antes de negar.

—Es limonada. Jopa te la compró cuando hemos ido a dar una vuelta, me ha pedido que te la dé. Es buena para el dolor de barriga, o algo así decía mi madre.

Me senté en la cama y me abrió la botella, la cual estaba un poco desgastada. Preferí no preguntar que habían hecho con ella y empecé a beber. Paré cuando llevaba la mitad, él seguía mirándome, como si no supiera que hacer. Por ello, cerré la botella y después de pensarlo un poco, me hice a un lado, palmeando la cama.

—Necesitas descansar más que yo.

Una pequeña sonrisa se asomó por sus labios, y después de quitarse las zapatillas se metió conmigo en la cama, tapándose con la fina sabana igual que yo lo estaba. Se acostó de lado, quedándome yo sola mirando hacia el techo.

—¿Cómo vas de la barriga? —Le pregunté, después de estar un poco en silencio.

No era incómodo, pero si un poco raro.

—Pegado al baño, igual que tú.

De nuevo, después de eso, las cosas volvieron a quedarse en silencio. Le vi moverse y poner un despertador en su móvil, a la misma vez que yo me quitaba las gafas y me giraba hacia el lado, dándole la espalda.

—¿Puedo...? ¿Puedo abrazarte?

Su pregunta sonó en un tono bastante tímido del cual nunca antes había escuchado. Sin duda, asentí, porque realmente no me molestaba si lo hacía. Con mucho cuidado, como si fuera lo más frágil del mundo, pasó brazo por mi cintura, acercando su cuerpo frío a mi.

Cerré los ojos, dispuesta a dormir un rato, sin ser consciente de que las cosas entre nosotros dos iban a empezar a cambiar pronto, empezando por que después de esto, dormir con su cuerpo pegado al mío y sus brazos brindándome calor como un abrigo, seria mi nuevo vicio.
















Durante el camino al aeropuerto, empezó a llover y lo disfruté mucho. Adoro el olor de la lluvia, la tierra mojada y sobretodo ver las gotitas caer contra el suelo que había pisado durante estos días. Después de esa siesta, me sentí mucho mejor. Aunque seguían doliéndome la barriga y los ovarios, me sentía mucho más animada que antes.

Al llegar, sacamos las cosas del maletero mientras Jopa encendía la cámara para que Plex pudiera despedirse de Chiri y quedara guardado en un bonito y triste recuerdo. Una vez con las maletas en el suelo y la despedida de Dani grabada, me acerqué a nuestro guía y le di un pequeño abrazo.

—Ha sido un placer conocerte, Chiri— le dije, con una gran sonrisa— Volveremos a verte. Bueno, mejor ven tu que con tanta vuelta al mundo, se me terminan los ahorros.

Escuché su graciosa risa y no pude evitar reír de la misma forma.

—Nos volveremos a ver.

Llegábamos un poco tarde cuando entramos en el aeropuerto, pero aún teníamos una hora cuando llegamos a la puerta de embarque. Ahí empezó el agobio, porque nos dijeron que ya habían cerrado y no podíamos entrar.

¿Lo peor? Que no habían más vuelos hasta pasados los dos días.

Nos mandaron a un sitio, y allí rogamos para que nos dejaran entrar. La chica nos miró con pena y se puso a hablar con el piloto.

Y de pronto, no se porque, nos preguntó cuál era nuestra nacionalidad. Le dijimos que éramos de España y nos dejaron entrar.

Tuvimos que correr muchísimo, y con el dolor de ovarios que tenía, tenía unas ganas increíbles de morirme. Aunque llegamos, que es lo importante.

Me tocó sentarme con Borja, que me dio una pastilla para dormir nada más nos sentamos en los sitios. Caí rendida incluso antes de despegar, pensando en lo ocurrido horas antes.

Pero bueno. Islas Mauricio, ahí vamos.

LUNA ( yosoyplex )Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang