LUNA . . . !
"tu. mi luna llena eres tú,
cuando apareces eres luz, y
las estrellas se molestan. me
miras más que a ellas"
dónde daniela publica un tweet para un youtuber que va a dar la vuelta al mundo y él le ofrece viajar con él...
... o dónde...
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👤 — DANIELA GARCÍA. 📍 — NUEVA ZELANDA. 🗓️ — DÍA 40.
REAL LIFE.
¿Recordáis la apuesta que hice con Plex al principio de la vuelta al mundo? Pues os recuerdo que la gané, y acababa de dormir las mejores doce horas de lo que llevábamos de vuelta al mundo. Pude estirar las piernas por primera vez en un vuelo, no pude dormir mejor.
También os digo que fue un poco extraño dormir sola y no con un gigantón pegado a mi y usándome de peluche.
Le sonreí a la azafata cuando me dejó el desayuno sobre la mesa, pero cuando me fijé bien en el interior de mi plato, se me borró la sonrisa.
—¿Qué es esto?
Paconi me miró de inmediato.
—Troncos de seta.
—Fíjate que se me a quitado el hambre.
—De verdad, meterle tomate frito a la tortilla es joderme vivo.
Nada más escuché eso giré mi cabeza hacia Plex como si fuera la niña del exorcista. Me crujió hasta el cuello, pero no le di importancia.
—¿Has dicho tomate frito? —Prácticamente grité— Quiero irme a casa y desayunar valencianas con un colacao. Estoy cansada de las comidas raras.
—Más tarde no dirás eso.
—¿Cómo estás tan seguro? —Le pregunté. Paconi, al estar en medio de ambos, iba girando su cabeza para mirarnos cuando hablábamos.
—Porque lo que vamos a hacer hoy, te va a encantar.
—¿Dónde vamos? —Empecé a interesarme.
—Es sorpresa.
Creo que salté de mi asiento al escucharlo. El tenedor con el que estaba comiendo salió volando y aterrizó a los pies de una azafata, que me miró sorprendida, pero a mi me da igual.
Me encantan las sorpresas.
—¿¿ME VAS A HACER UNA SORPRESA??
—Sí— asintió, después de reírse. Paconi, en cambio, aunque le pareció con mi reacción también parecía estar pasando un poco de vergüenza. Abrí la boca para preguntarle de que es lo que era, pero supongo que me conoce tanto que supo lo que iba a decir, así que se adelantó y dijo— No te voy a decir nada.
Después de que nos tocara un control enorme en el aeropuerto gracias a que Paconi se le ocurriera decir que somos Youtubers —o bueno, son, porque aunque de pequeña me dedicara a grabar vídeos con mi prima, no lo era—, alquilamos una furgoneta para ir por ahí.
Llovía mucho y hacia bastante frío, así que agradecí llevar una de las sudaderas de la tienda de Dani.
Nueva Zelanda me parecía, sin lugar a dudas, el sitio más bonito al que había ido nunca. Mirases hacia dónde mirases el paisaje era verde.
