Waning Silence

Capítulo 5

¿Está mal querer aprender magia?

Nota del autor: Tengo mucho que decir, pero me voy al extranjero en un viaje de trabajo en literalmente unos 10 minutos, y he estado trabajando desesperadamente para subir esto antes de esa fecha. No está editado ni revisado como los otros capítulos, pero está terminado y apenas lo he publicado antes de irme, así que aquí lo tienes.

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"¡Ya estoy de vuelta!"

"¿Mmm?" Sacada de su cómodo silencio ante el saludo, Alfia levantó una ceja hacia donde el hijo de su hermana estaba cerrando la puerta detrás de él, "Has vuelto temprano".

Bell nunca había sido del tipo que simplemente holgazaneaba en la casa, así que incluso sin tener planes específicos, esperaba que él encontrara algo en lo que ocupar su tiempo, al menos hasta que Hestia regresara a casa. Lo que fuera que terminara haciendo hoy, ella esperaba encontrarlo esperando ansiosamente el regreso de su Diosa después de su... después... después de todo lo que había sucedido anoche, y... El rostro de Alfia se calentó y, por lo que pareció la centésima vez, En lo que va del día, rápidamente sacó ese pensamiento de su mente.

"Bueno, realmente no tenía nada que necesitar hacer. Pero Syr me preparó el desayuno cuando fui a devolverle su lonchera y me prestó un libro para leer".

Dicho esto, se quitó la capa, dejó caer el pequeño volumen que ella no había notado que llevaba en el sofá y se dirigió a la cocina para prepararse un poco de té. Ese, notó Alfia, era uno de los pocos hábitos suyos que Bell había adquirido. Era mucho más amable de lo que ella se había molestado en ser, tenía un corazón afectuoso hasta el centro de su ser, era terco a su manera y hacía mucho más ruido del que jamás había motivo para hacerlo , pero casi siempre se preparaba té las pocas veces que se sentaba con un libro, así al menos podía decir que había tenido alguna influencia en su desarrollo.

Esa tonta línea de pensamiento la sorprendió. No era frecuente que Alfia se molestara en bromear con nadie, y mucho menos con ella misma. Al darse cuenta de eso, notó que su estado de ánimo había mejorado considerablemente. ¿Porque su adorable y amada Bell había llegado a casa? ¿O porque parecía estar de mucho mejor humor que cuando se fue? No fue una sorpresa que la cita que ella le había propuesto con esa chica Evilus, Filvis, no hubiera sido un gran éxito. El plan de Alfia allí era mirar hacia el futuro y cómo fomentaría futuras interacciones entre la pareja. Sabía que Babel no se construyó en un día, por lo que ninguna parte de ella se sorprendió cuando Bell regresó con una mirada difícil y conflictiva en su cara. Sin embargo, ahora estaba sorprendida de que verlo luciendo mucho más optimista hizo que su propio corazón de repente se volviera mucho más cálido.

Los héroes, decidió, eran peligrosos para las mujeres. Futuros héroes incluidos.

Y ante eso, como nunca era alguien que prolongara una conversación más allá de lo necesario, Alfia volvió su atención a su propio libro.

…

O al menos eso era lo que quería.

Pero en cambio, una visión extraña la atrapó fuera del alcance de su visión. Justo cuando Bell regresaba al sofá.

Ella se inclinó hacia adelante. Algo estaba mal. Algo no estaba del todo bien. Algo wa- Con los ojos muy abiertos, ¡Alfia casi se ahoga por la sorpresa! Sacudiéndose repentinamente en su lugar, se deslizó hacia adelante lo suficiente como para caerse del asiento.

"B-hhwa... ¡Bell! ¿Qué estás... eso, eso no es un libro?"

¿¡Cómo se acaba de dar cuenta!? ¿ ¡Sus sentidos civiles eran realmente tan aburridos!? ¡Era tan bueno como ahogar toda la habitación en magia! ¡Los pelos de sus brazos estaban prácticamente electrificados y podía saborear el familiar sabor del poder corriendo por el aire! La magia latente era sutil, por supuesto, pero ella alguna vez había sido la hechicera más poderosa del mundo y con solo mirarla ahora podía ver que su calidad era prístina, casi sin medida, nunca debería haberse perdido algo como esto, incluso sin falna!