De vuelta a casa

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Una semana después, Althea tuvo que volver al Bizancio la despedida fue algo dolorosa para Vlad, pues no quería separase de la Emperatriz, no de nuevo.

- Ojalá no tuvieras que irte de nuevo-dijo el Rey de Valquia , quien estaba tomado del brazo a su amiga.

- Nos veremos muy pronto, vendré de visita y tú igual, te voy a escribir todos los días, que te cansarás de mí.

-Nunca podría cansarme de ti, Al.

-No sé, cuando nos conocimos parecía que te molestaba...

-Lo admito, no fui la persona más agradable en nuestro primer encuentro, pero con el tiempo una chica derritió el hielo que había en mi corazón.

-Me pregunto quien será esa chica.

-Bueno...es muy lista, muy testaruda-Althea hizo una cara de ofensa, lo que causó la risa de Vlad-pero es muy hermosa, tiene la sonrisa más brillante y la risa más melodiosa que he escuchado jamás.

-Parece que la quieres mucho.

-Lo hago, demasiado, tanto que...deseo convertirla en mi esposa algún día-Althea paró de caminar y lo miró.

-¿Hablas en serio, Vlad?

-En serio Al-tomó sus manos entre las suyas-sé que no va a ser nada fácil, habrá muchos desafíos y no seguiré con esto si tú no quieres, pero no me imagino a nadie más a mi lado con quien pueda pasar el resto de mis días. ¿Aceptarías convertirte en mi esposa?

Ella sonrió.

-Sí Vlad, por supuesto...

Vlad se inclinó hacia sus labios con un beso.

-Althea te prometo...que haré todo lo que esté a mi alcance y más allá para nunca separarme de ti.

-Y yo de ti.








Pronto Althea debió partir, ella y Vlad decidieron que no comentarían nada a sus amigos, pero que lo harían pronto, Alexandra abrazó fuertemente a la chica y ella igual.

- Te extrañaré tanto Al.

-Y yo a ti Sandra.

-No se cómo voy a sobrevivir con estos dos tontos.

-Oye yo diría que somos unos compañeros geniales-dijo Aslan-¿tú qué piensas Vlad?

-Pienso que sin ellas estaríamos perdidos-todos rieron y fueron a abrazar a la chica.

-Prometo cuidar muy bien de nuestro cachorro valaco-dijo Aslan.

-Sé qué lo harás, no tengo que pedírtelo, pero tú también cuídate.

-Yo me encargaré de eso-dijo Vlad, poniendo una mano en el hombro de su amigo. Althea se abalanzó a los brazos de los dos hombres, quienes la atraparon en el momento y le dieron un gran abrazo.

-Los voy a extrañar mucho a los dos, por favor cuídense, no sé que haría sin ustedes.

-Tú igual, lo mejor para nosotros es saber que estás bien-dijo Vlad.

-Lo haré-dijo ella, los cuatro amigos se dieron un último abrazo y luego la chica subió al barco, ella se despidió desde la cubierta de ellos y sus amigos la miraron hasta que su barco se perdió en el horizonte.








ítaca.

Ese había sido el primer destino de su viaje.

Los inútiles de los olímpicos la habían mandado a una misión suicida, nada nuevo, pero la isla estaba llena de serpientes y probablemente una que otra furia, pero lo que agradecía por completo era no encontrarse con Medusa, ya que ella la habría hecho piedra al instante, debido al odio que tenía hacia su padre.

Espadas de Dioses y Reyes (versión alternada)Where stories live. Discover now