Sway With Me ||•Charlos•||

Capitulo 5

— Tengo otra pregunta para ti. — murmuró Charles, haciendo un muro de almohadas entre los dos. 

— ¿Cuál? — lo miró curioso, no le gustaba la idea de la torre de almohadas entre ambos.

— Ya quedó claro que yo respeto mucho a las personas que tienen ese trabajo de brindar placer sexual, solo no puedo comprender porque te dedicas a eso. — admitió. — No es que crea que es inmoral, ni mucho menos un trabajo menos digno, solo es mucha curiosidad...

— Es por personas como tu, que necesitan compañía de emergencia. — rio, mientras el menor asentía. 

— Ok, me gustó esa respuesta. — asintió, recostándose en el lado derecho. — Buenas noches, Carlos.

— Buenas noches, Charles.

•~•~•

— Soy terrible en esto. — murmuró Charles, mirando a Carlos. — Es por esto que no me gustan los deportes, soy muy malo.

— Solo es beisbol, Charles. — le sonrió. 

— No es solo beisbol. — resopló frustrado, concentrándose en Mick, quien había logrado terminar una carrera. 

— ¡Buen trabajo, cielo! — gritó Sebastián, guiñando en su dirección. 

— ¡Sebastian! — le gritó Pierre, observando a George tomar el bate. — ¿Estas listo, George?

— Vete al diablo, Pierre. — le sonrió sarcástico, apagando su cigarrillo.

El francés hizo una mueca graciosa, para después lanzar la pelota. George bateó con éxito, logrando llegar a primera base.

— Muy bien, siguiente bateador. — Charles se acercó a tomar el bat, mientras Pierre sonreía. — ¿Estas listo, Char?

—Nunca. — negó. 

Pierre rio, lanzando la pelota, consiguiendo el primer strike, haciendo que la sonrisa en el rostro de los contrincantes aumentara.

El segundo strike llegó y Carlos, queriendo darle algo de confianza, se acercó a él, llamando su atención.

— Puedes hacerlo, ángel. — le guiñó un ojo. — Demuéstrales quien es el mejor.

El monegasco sonrió, asintiendo, repitiendo esas mismas palabras en su mente, si, el podía hacerlo.

Pierre le lanzó la pelota una ultima vez y Charles la golpeó con toda la fuerza que tenía, logrando lanzarla lejos, dejando a todos impresionados.

— Mierda, lo hizo. — murmuró Max. — ¡No te quedes parado, idiota, corre!

— ¡Corre! — comenzaron a gritarle todos y por inercia lo hizo, pasando todas las bases, hasta completar la carrera.

Charles estaba emocionado, demasiado, así que no lo pensó mucho y corrió a los brazos de Carlos, colgándose de su cuello, robándole un gran beso.

Demoraron algunos segundos, hasta que se separaron, mirándose fijamente, recibiendo algunas burlas.

— Lo hiciste increíble. — murmuró Carlos, haciéndolo sonrojar.

— Gracias. — le sonrió. 

— Y la carrera también. — le guiñó un ojo.

•~•~•

— No puedo evitar preguntar, ¿por qué esa ropa? — preguntó curioso el español.