Capitulo 2

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La castaña caminaba algo desorientada aún tenía que ir a cenar con su madre pero algo le decía que no, no podía irse sin acabar con esto de una vez. Quizás, Luciano tenía razón debía hablar y por fin dejar eso atrás, quien quiera escucharla estaba bien, sino, ese es su problema.

Dio un giro de nuevo y cambio de dirección de nuevo hacia la playa el local donde estaban sus amigos, si es que aún había la posibilidad de seguir siéndolo. Camino rápido por unos minutos, al llegar dejó salir un suspiro frustrado, ya se habían ido.

Se acercó un poco más con algo de esperanza de encontrar a algo pero nada, ya algo rendida decidió irse de una vez por todas, pero al ver el local a su lado este aún tenía la luz prendida. Se preguntó mentalmente si en verdad debería entrar, y después de una discusión interna decidió dejar sus miedos aún lado.

- Hol- La chica se tragó sus palabras como un golpe en la cara al ver la escena frente a ella -

Era el, Pietro, su Pietro. Y estaba besando a la prima de de Guilio en su cara, se quedó horrorizada, no sabía que hacer. Parecía un golpee o una abofeteada dada por la misma vida hacia ella.  Se sentía una estúpida, no iba a reclamar ni nada por el estilo, ella ya no era nada de Pietro, y ni lo iba a ser más después de lo que estaba observando. Sintió como la punzada en su corazón se intensificaba mucho más. Sin decir nada se dio media vuelta en busca de irse sin ser vista.

Era tan torpe que al voltease de forma tan brusca de mareo un poco y chocó con una de la mesas haciendo ruido, el ojiazul cayó en cuenta de su realidad, y quien estaba besando no era a la persona que deseaba. Pietro sintió también un golpe en el rostro al voltear a ver encontrándose a una Chiara en el suelo.

- Chiara?! - Murmuró desubicado -

- L- lo siento, solo venia a buscar a alguien - Se levantó lo más rápido posible sin mirar a ninguno de los dos - Perdon interrumpir. Ustedes sigan en lo suyo - Y sin más la castaña salió huyendo de ese lugar -

Pietro fue mucho más rápido que ella, y se separó de la más alta, corrió tras la castaña. Sentía aún que de alguna forma le debía algo a ella a pesar de que fue la causante de todo.

- ¡¡Chiara!! - Esta solo intentando caminar ignorando por completo su existencia - ¡¡Chiara!! - Corrió alcanzándola -

- No, Pietro no pasa nada - Murmuró alejándose de él -

- Yo... - Lo interrumpió -

- No, al final de cuentas no me debes nada así que es tu vida, no la mía - Hablo -

- ¿A quien buscabas? - Hablo el más alto intentando ver esos ojos verdes que siempre buscaba, pero ella solo miraba el suelo -

- A ti - Eso lo tomó por sorpresa - Pero tenias razón -

- ¿En que? - Pregunto mucho más desubicado -

La castaña dio un suspiro antes de decir algo que le iba doler hasta el alma - Debo estar alejada de ti para siempre, y quizás nunca debimos conocernos -

- ¿Eso crees? - El más alto comenzaba a sentir como ese dolor que lo acompañaba desde hace un mes, se intensificaba más y más con cada una de sus palabras -

La castaña agradeció su gorra, estaba ya hecha un mar de lagrimas y sentía que no resistía más - Si, nunca debimos cruzar caminos, y cumpliré lo que me dijiste, no más cerca de ti -

Pietro iba a decir algo, pero no pudo. Su mente y su corazón estaban hechas un remolino. Vio como la castaña le dio una sonrisa nostálgica, para luego irse. La vio marcharse hasta que desapareció de su campo de vista. Su corazón había estado muy bien estos días, por que decidió a toda costa ignorarla y apartarla, pero cada que llegaba a su casa se sentía miserable e incapaz de verla a los ojos, ya había salido herido gracias a ella, no le debía nada pero en el fondo sentía que le debía un mundo entero y el estaba dispuesto a dárselo.

Unidos hasta el final // Pietro MaggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora