Epílogo

937 58 6
                                    

Agradezco a mi mejor amiga de que me haya convencido a hacerles un final feliz a ellos dos, porque no estaba previsto que terminara así, más bien esta historia no recorría para este final, esto a sido muy imprevisto y a ultimo momento:) Por cierto, me podré a editar todos los capítulos, para ya cerrar esta pequeña etapa de Jake y Ava (Sin cambiar nada obviamente) Con esto y un bizcocho el último cruce llega a su fin.

EXTRA-UNO

Había convencido algo bastante complicado, que Jake aceptara que adoptemos un perro y se uniera a nuestra pequeña familia. Se que el nunca suele decir no alguna propuesta, pero parece que ahora no le convence mucho y lleva meses negándose a esa idea.

¡Era para odiarlo!

De pequeña solía siempre pedirle uno por navidad a mis padres, pero nunca tuve la oportunidad de que lo conseguirá, porque mi madre, siempre ponía excusas para no adoptáramos uno. Ahora que soy madre y conozco todo sueño de un niño, no quiero cohibir a nadie de tener un perro en casa y este junto a nosotros como un miembro más en la familia... De hecho, creo que desde que empezamos a estabilizar nuestra relación en los últimos años a sido lo mejor.

―¿Podrías haberme entretenido en la cama con sexo?―Se le veía mucho más feliz cuando habla de eso―Quiero quedarme en la cama, Ava...

―Es por Jack, quiere un perrito.. ¿No dejaras que no tenga uno?

—¿Jack quiere un perro? —repitió

—Llevo una semana pidiéndote lo mismo, ¿es que no escuchas?

—Ava, vuelve a la cama y luego le decimos a Jack que no hemos podido traérselo, no se enfadará.

—Me empezarás a caer mal, aún siendo mi marido y me acueste contigo.

—¿Estás segura que quieres que te caiga mal? —preguntó picaron —No habrá recompensas de sexo como sueles pedirme siempre eh.

—No las quiero.

—¿Estas segura, nena?

—Puedo castigarte mejor.

—Eso ya no me gusta tanto eh—dijo

Llamarle a nuestro primer hijo, Jack por Jake estaba bastante bien y porque también se parecía a él, demasiado. Los mismos rasgos, ojos azules y las pequeñas manías de Jake eran demasiado parecidas. Al menos Veronica, dice que tiene mi personalidad aunque Jake lo niegue a veces. También, dice que le gusta la fotografía y yo, podría decir que le gusta cualquier cosa menos eso. Lo de ser padres, se nos da bastante bien y eso que pensamos en que podría salirnos mal al principio.

Podría estar orgullosa de nosotros, aunque ahora Jake, no logra salir de la cama por nada del mundo.

―Venga, por favor.

―Luego me hago cargo de ello.

―Jake, por favor... Tu padre dice que su amigo les busca un hogar a un montón de cachorros, y que podemos adoptarlo, es amplia la casa y no hay mejor que un perro por aquí...

—Ya hemos hablado de eso.

—No pienso escucharte, estoy molesta y que sepas que lo estaré durante mucho tiempo.

—Vendrá ahora mi padre con el perro, se lo he pedido así que quédate tranquila, amor. No estarás molesta conmigo por mucho tiempo, porque al igual que yo soy tu dosis tú eres la mía.

—¿De verdad, que viene con el perro?

—Si, le he dicho que lo traiga a casa... Ala, ya me has jodido la sorpresa.

El último cruceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora