-7-

11 3 0
                                    

La taquería a la que llegaron era enorme, pero tenía el espacio suficiente para que no se sintiera abrumada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La taquería a la que llegaron era enorme, pero tenía el espacio suficiente para que no se sintiera abrumada. En el camino, habían estado silenciosos. Ella no tenía ganas de inventar una conversación, y para ser honestos, tampoco tenía la energía para inventar una en la piel de su personaje.

Fue hasta que el mesero tomó su orden, que Gael la miró sonriendo con toda el alma y le dijo con voz suave:

—Gracias por aceptar mi invitación..

—No hay de qué —respondió Jenny observándolo con cautela—. Oye... ¿cómo supiste que estaba triste?

—Bueno, creo que se siente, ¿no es así? En el aire, la tristeza es densa... bueno, eso y porque te vi saliendo del metro. Estabas muy triste.

—¿En el metro? —Por un momento la voz le cambió, pero se aclaró la garganta y retomó el tono aniñado—. No te vi.

—Pensé que no querías verme. Sabes, de esas ocasiones en las que no quieres que nadie te salude. Además... yo sé que no te agrado.

Aquellas palabras dejaron a Jennifer anonadada. Creía que su actuación era impecable, pero ahora habían capturado no solo su tristeza, sino el hecho de que el chico le desagradaba.

—¿Qué?

—Sí, sí. Yo sé que no te agrado, por eso agradezco que me hayas aceptado la invitación.

—Tres de pastor —preguntó el mesero con dos platos en la mano.

—Para mí —respondió Jenny después de regresar a la realidad tras unos instantes.

—No tienes de qué avergonzarte. En realidad creo que es normal que a todos nos desagrade alguien en la vida. Esta vez toqué yo —afirmó Gael con amabilidad.

Como últimamente todos los planes le salían mal, Jennifer se quedó un instante pensando si lo que estaba a punto de decir era conveniente, pero al final decidió que, en efecto lo era y simplemente lo soltó.

—No me desagradas —expresó dándole una mordida a su taco.

Gael emitió una sonrisa que buscaba ser discreta (aunque no lo logró) y después agradeció los tacos de suadero que colocaban frente a él.

Ambos comieron el primer taco sin decir otra palabra, hasta que llegaron los refrescos y Gael extendió el platito de limones hacia su compañera.

—Gracias. —Ese chico era extraño—. No me desagradas, es solo que soy un poco tímida.

—Comprendo. Yo también lo era.

—¿Ah sí?

Bueno, al menos de aquella salida requería obtener información, así que colocó en su mente el objetivo absoluto de encontrar cada detalle que pudiera sobre el chico, no podía distraerse.

—Fui un niño y un adolescente muy tímido. Cuando fui creciendo, me di cuenta... de que no había nada que temer.

Algo se encendió dentro de Jennifer. Sabía bien que era un recuerdo, pero no le gustaba demasiado dejar que aquellos la atacaran, así que simplemente lo apagó con la consciencia.

She IS DarkWhere stories live. Discover now