PRÓLOGO

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Gun salió al jardín, había un aire helado que le rozaba un poco el pelo mientras el viento le daba la bienvenida. La sala de estar de Tay y New estaba llena de gente, riendo y celebrando con música alta y copas de champán repartidas. Estaba confundido en cuanto a por qué lo invitaron en primer lugar y al principio nunca quiso aparecer. Pero se enteró por New sobre el nuevo trabajo, uno que requería que Off abandonara el país una vez más y le resultó familiar. Las patadas en su estómago eran algo que había sentido antes, la pelota de fútbol alojada en su garganta mientras leía el mensaje de New una y otra vez. Se sentía como si su vida estuviera en un bucle, la cinta rebobinándose hasta el principio.

No pudo encontrar a su marido por ningún lado, ¿o debería decir, a su exmarido?, Gun debería acostumbrarse a llamarlo ex ahora que la reunión con los abogados estaba cerca. Se sentía amargo en su lengua, el mundo rodando y dejando atrás algo venenoso. Jaylerr todavía estaba dentro, solo esperaba que los amigos no hicieran nada para llamar la atención sobre él en lugar de sobre Tay y New.

Pero a partir de ahora, no le importaba si había una pelea dentro. No pudo encontrar al hombre alto que New prometió que estaría aquí. No sabía si sentirse aliviado o no. ¿Qué más podría haber dicho ahora que todo había terminado?

-Entonces, ¿realmente viniste?- Gun no necesitaba verlo saber que fue la voz de Off la que rompió el silencio mientras caminaba hacia el patio trasero. Las luces de la piscina eran lo único que iluminaba su rostro mientras se sentaba en uno de los asientos del jardín, con un cigarrillo encendido entre sus labios callosos. Dejó de caminar mientras miraba al hombre desde el otro lado del patio, la piscina separándolos el uno del otro.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- preguntó, alzando la voz mientras lo llamaba.

-Desde el principio- Off se rió entre dientes -Tay necesitaba ayuda con las decoraciones- dio unos golpecitos a su cigarrillo, dejando caer las cenizas sobre el cemento -¿Lo trajiste contigo?

Gun no respondió. Se paró torpemente en el borde de la piscina, jugando con sus dedos -No le vas a dar un puñetazo, ¿verdad?- Off no dijo nada, en cambio, se quedó mirándolo fijamente, mirándolo de arriba abajo mientras daba otra calada, expulsando el humo gris, bloqueando sus ojos de la vista de Gun.

-Sé que ya no me amas- susurró Off. Terminó su cigarrillo y arrojó la colilla al suelo mientras estaba parado en medio del patio trasero de Tay, escuchando el ruido ahogado de la música que gritaba desde la sala de estar. Estaba oscuro, las luces de la ciudad ocultaban las estrellas esparcidas por todo el cielo.

Ya no eran niños. Una simple confesión no fue suficiente para arreglar las grietas entre ellos dos y Off se dio cuenta de que nada iba a cambiar la opinión de Gun mientras estaban uno frente al otro. Su mano estaba escondida dentro de sus bolsillos, pero sintió el anillo de oro envuelto alrededor de su dedo, ardiendo mientras miraba las manos desnudas de Gun.

-Lo amas, ¿no?- dijo Off de nuevo -Lo sé porque solías mirarme de la misma manera que lo miras a él- ambos estaban en traje, una recreación horrible de lo que supuestamente era el mejor día de sus vidas. Pero esta vez, ambos iban vestidos de negro, manchados de palabras estúpidas y de la pérdida de interés. Se suponía que nunca terminaría de esta manera, pero el hilo que estaba atado entre ellos se estaba volviendo delgado, apretado alrededor de su piel hasta que sangraron para deshacerse de él.

-Entonces, no haré nada. Lo prometo- Off rompió el silencio, destrozando el hilo de esperanza que había mantenido hasta ese mismo momento -Es un buen hombre.

-No empieces- le gruñó Gun, con el ceño fruncido furiosamente mientras miraba al único hombre que estaba frente a él -No intentes hacerte el santo.

-No lo hago- sonrió el hombre alto -sólo estoy listo para dejarte ir ahora.

-¿Por qué ahora?- preguntó Gun, con voz amarga pero quebrada, tal como se había sentido estas últimas semanas -¿Por qué no me dejaste ir cuando te lo pedí?, ¿Por qué tardaste tanto?

Su separación fue desordenada, como si se hubieran quitado los puntos, uno a uno y ahora ambos estaban sangrando, al borde de la muerte. Los vítores se podían escuchar desde donde estaban y Gun no pudo evitar sentir lástima mientras sus amigos celebraban una ocasión feliz. Parecía que a todos se les permitía ser felices excepto a él. Fue injusto.

-Pensé que podría hacer que te enamoraras de mí otra vez- se rió Off, más para sí mismo, ante su intento fallido de retener a alguien que no quería quedarse -Te enamoraste de mí una vez, pensé podrías hacerlo de nuevo.

-Yo tenía dieciocho años. Era estúpido y desesperado- escupió Gun, su piel se calentaba, su pulso latía con fuerza cuando Off seguía sonriéndole. Quería romper cada pedacito de Off, pero este último era fuerte; siempre lo había sido.

-Ambos teníamos dieciocho años, estábamos estúpidos y desesperados- asintió el más alto -pero ambos teníamos esperanzas a los veintiséis.

-Éramos demasiado jóvenes- susurró Gun, con la garganta ardiendo -¿En qué estábamos pensando?

-No sé lo que estabas pensando, pero yo sabía lo que estaba haciendo- le respondió Off, pero su sonrisa desapareció, solo unos ojos mirándolo mientras daba un paso atrás, hizo el primer movimiento - Quería pasar el resto de mi vida contigo.

-Lo siento- dijo Gun, y como un imán, dio un paso más cerca cuando se dio cuenta de que Off dio un paso atrás -Realmente lo siento.

-No hay problema- su marido no mostró signos de remordimiento ni enojo, como si sus últimas emociones ya se hubieran disipado antes de esta noche. Pero New ya lo había preparado para esta noche, así que Off no esperaba un milagro, supuso que ya se le acabaron cuando usó su milagro esa noche, ya que se reunió con Gun Atthaphan -Todos nos desenamoramos, no es la gran cosa.

-¿Crees que no soy gran cosa?- gritó Gun.

-Sabes que eso no es lo que quise decir- respondió Off, su baile se detuvo cuando él dio otro paso atrás, Gun estaba demasiado cerca de la piscina para que él pudiera caminar más cerca.

-¿Siempre te vas cuando algo no sale como quieres?- gritó Gun, asustada de que su voz no llegara a Off, quien lentamente retrocedía.

-¿De qué estás hablando?

-Tu siempre haces eso. ¡Finges que no existes y dejas la vida de las personas como si no nos hubieras manchado!- Gun estaba ligeramente sin aliento, sus uñas clavándose en su propia piel -¡Bien!, Esta vez realmente te olvidaré, así que vete a la mierda.

Off no dijo nada. Suspiró mientras sacaba la mano de los bolsillos y miraba el anillo del que aún tenía que deshacerse.

-Este anillo está maldito- se susurró a sí mismo mientras se lo quitaba y lo dejaba sobre la mesa.

Gun miró. Vio el anillo que finalmente había dejado los dedos de Off y quiso gritarle al hombre. Pero entonces sintió sus dedos vacíos y se dio cuenta de que no tenía derechos. Jadeó cuando vio a Off arrojar el anillo a la piscina, escuchando un pequeño plop mientras se hundía hasta el fondo, sin ser visto por ningún lado.

-Entonces te veré por ahí, Gun- Off le sonrió por última vez, escapando en la noche mientras caminaba hacia la puerta que conducía al garaje, dejando a Gun solo en la oscuridad.

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Empezamos con la segunda parte de esta historia, la primera parte es 'Clouse Your Eyes and Kiss Me' que ya está terminada en mi perfil por si quieren pasar a leerla.

Si encuentran algún error no duden en señalarlo :)

Close your eyes and leave meWhere stories live. Discover now