DOS

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—¿Adónde va papá?— preguntó Gun cuando regresó de sus clases de violín. Su madre parecía angustiada, con sus mejillas sonrojadas pero había un vacío en sus ojos, como si ya nada pudiera hacerla sentir algo —¿Papá?— llamó a la figura que sostenía unas maletas.

—Hola niño— su padre fingió una sonrisa, pero sus ojos oscuros y las arrugas en los lados de sus labios no mostraban signos de felicidad —Me voy ahora, ¿de acuerdo?, cuida a tu mamá por mí.

—¿A dónde vas?— Preguntó Gun, dejando el estuche de su violín en el suelo mientras caminaba hacia su padre. Ya sabía la respuesta, las inútiles noches de gritos y alaridos eran suficientes para que él la adivinara, pero aún mantenía alguna forma de esperanza de que sus padres resolvieran la respuesta. Tiró de las mangas de su padre, atrayéndolo hacia él y alejándolo de la puerta —No te vayas.

—Es lo mejor niño— le dijo su papá —Te hará bien, lo prometo.

Eso fue lo último que le dijo el padre de Gun. No sabía si estaba diciendo la verdad o no, pero su promesa era de separación, no de reencuentro, por lo que no tenía muchas esperanzas de volver a encontrarse con su padre y se preguntó qué significa eso.

Seis meses antes de la reunión de divorcio.

—Quiero el divorcio— Gun no mostró piedad cuando deslizó los papeles sobre el escritorio de Off, evitando su contacto visual. Apenas visitó la oficina del hombre, ni pensó que lo invitarían a hacerlo, pero cuando finalmente tuvo la oportunidad de mirar a su esposo, vio lo que solía ver últimamente, Off Jumpol con su típica cara de póquer, sin matiz de expresión, ni señal de emoción en sus ojos. Simplificó las cosas, pero algunas veces también las empeoró.

Deslizó los papeles más cerca de él, leyendo las palabras que estaban escritas perfectamente, como si simplemente se rieran de él.

—¿Lo quieres ahora?— comentó —¿O me dejarás buscar un abogado primero?

Gun se mordió el interior de las mejillas ante la respuesta de Off. Lo sintió amargo, casi sarcástico y lo odió. No esperaba que Off le suplicara que se quedara, ni esperaba que una línea parecida a una película saliera de su boca, pero un pequeño pensamiento sentimental podría haber sido suficiente para romper los papeles allí mismo. Porque Gun estaba desesperado. Hace estupideces cuando está desesperado, como pedirle el divorcio a su marido sin avisar.

—Me quedaré en casa de Jingjing— anunció Gun, agarrando su bolso mientras comenzaba a salir de su oficina. Vio a los múltiples artistas firmados bajo su equipo, numerosas fotografías de él asistiendo a entregas de premios, cenas con celebridades, colgadas y enmarcadas alrededor de su oficina. Se dio cuenta de que no había fotos de él.

—¿Y si digo que no?— le gritó Off antes de que sus manos pudieran alcanzar el pomo de la puerta.

—¿Por qué lo harías?— Gun se giró y lo miró —¿No quieres esto también?

—¿Crees que sí?

—No sé lo que piensas— suspiró Gun —No le cuentas una mierda a la gente. Ni a mi, ni tu papá, ni siquiera tus mejores amigos. No puedo leer tu mente Jumpol, y ya terminé con eso de intentarlo— reunió todo el coraje que tenía mientras abría la puerta, salía de la oficina de Off y abandonaba el edificio.

*

Enero 2021, recepción de la boda de Tay y New.

—¡Felicitaciones idiota!— gritó Mike tan pronto como Tay y New se acercaron a su mesa durante la recepción de la boda. Sus antiguos compañeros de clase estaban sentados juntos al frente, desde donde podían vigilarlos, haciendo chocar sus vasos y vitoreando.

Close your eyes and leave meWhere stories live. Discover now