Tipo: One Shot
Advertencias: No
Estabas desayunando cereal cuando vi a mi papa con su típico vestuario de todos los días, le dio un beso a mama y me dirigió la mirada.
-¿Lista? -asentí.
-Adiós mama -me acerque y le di un beso en la mejilla, papa y yo salimos y una camioneta negra nos esperaba afuera de la casa.
Ambos subimos y la camioneta avanzó, en el transcurso del camino miraba el camino por la ventana como si fuera lo más interesante del mundo, estaba muy metida en mis pensamientos cuando escuche a mi papa hablarme.
-No te separaras de mi ¿ok? Al menos que este en una junta del consejo o tenga asuntos pendientes donde tu no puedas estar -asentí. -Natasha Romanoff -me paso una imagen de una chica pelirroja hasta los hombros -Ella te cuidara por el resto del mes las veces que yo no este contigo -
Me enseño mas fotos de los otros vengadores, Thor, Hawkeye, el doctor Bruce Banner.. el egocéntricos de Tony Stark, el Capitán Rogers, un androide llamado Vision que casi no conocía, el amigo de Stark, Rhodey, el amigo de Steve, Sam o Flacon y por ultimo los gemelos Maximoff, Wanda y Pietro, no había oído hablar de ellos pero por lo que mi papa me contó, ellos había sido una amenaza para los vengadores aunque al final ninguno de los dos era malo si no que tan sólo tenían bastante rencor contra Stark, porque una de sus bombas callo en su departamento matando a sus padres y dejándolos a ambos huérfanos, ambos parecían ser buena onda, aunque me llamo la tensión la foto de Pietro, era muy guapo y al parecer mi papa lo noto.
-Que ni se te ocurra -dijo sin verme.
-¿Q-que? -tartamudee, mierda que tonta.
Solo me miro obvio y después regresó la mirada al camino, en fin después de unas horas la camioneta paro afuera de un gran edificio, era de al menos unos cinco pisos pero era enorme que se encontraba en medio de la nada, wow igual que mi casa. Bajamos y yo lo único que hice fue seguir a mi papa, varios hombres vestidos de negro se acercaron a nosotros como escoltado nos hacia la entrada, cuando entramos me dedique a ver todo el lugar, había muchas personas caminando de un lado al otro, varias veces me empujaron para no pedirme disculpas, genial. Estaba tan concentra mirando todo a mi alrededor cuando mire hacia al frente y me di cuenta de que mi papa ya no estaba ahí, me había perdido.
-Hey -sentí una leve brisa detrás de mi haciéndome girar. -Aquí -volví a mi posición anterior y me encontré con el chico de la foto, Pietro.
-Hey -
-¿Quien eres? -me miro curioso, claro que se iba a preguntar quien era yo, era la única en este lugar que no llevaba traje o iba de gris.
-Am.. yo soy.. -fui interrumpida por una voz.
-Ella es mi hija -me maldije por dentro y gire quedando enfrente de mi papa que estaba con los brazos cruzados.
-Oh.. -escuche que Pietro dijo.
-Te dije que te quedaras a mi lado -me miro enojado. -Apenas llegamos y ya me estas desobedeciendo. -baje la cabeza.
-Lo siento, no volverá a pasar -le dije en voz baja.
-Eso espero, ahora vamos te tengo que mostrar algunas cosas -
-Director Fury, siento interrumpirlo pero algo surgió y el Capitán Rogers quiere verlo -un hombre llegó a nuestro lado.
-¿Donde esta Romanoff? -le pregunto al hombre.
-Ella esta en una misión en Australia -le respondió.
Maldijo y después me miro.
-Pietro -dijo y de repente el chico ya estaba nuestro lado.
-Si señor? -
-Podrías mostrarle a ___ el edificio? -dijo entre dientes.
-Seria un placer -me miro y yo me sonroje.
-Gracias -cuando paso a mi lado cuando ya se iba me dijo. -Estas advertida -se refería a Pietro.
Cuando se fue y desapareció por el pasillo me dispuse a caminar con Pietro, el me hablaba sobre lo que paso entre Ultron y Los Vengadores y dios Stark si que era un un inmenso idiota por haber creado algo que casi destruye el planeta entero.
-¿Y que me dices de ti? -pregunto con su inigualable acento.
-Nada en especial, no te puedo decir que soy normal porque no lo soy, ser la hija de Nick no es normal -reí.
-Me agradas -a este paso ya habíamos parado de caminar y en el lugar donde estábamos no había nadie, era un pasillo sin ventanas y solo con puertas cafés con números en ellas.
-Tu también me agradas -le sonreí.
El también sonrío, era la primera vez que el sonreía y creo que ya me había enamorado, a papa esto no le gustaría.
