Capítulo 20: Un acto vale más que mil palabras.

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Estaba tumbada en el sofá viendo la tele. Espero una señal. Un mensaje, una llamada, el timbre sonando... Algo.
Me decido yo por llamar a Nash, ya que no hay señal de él.
Cojo mi iPhone y marco su número de teléfono. Oigo tres pitidos antes de que descuelgue.
-¿_____?
-Nash.
-¿Qué quieres?- se apresura a decir.
-¿No ibas a venir a mi casa? Ya sabes... Para hablar.
-Joder... Se me había pasado por alto. ¿Cuándo voy?
-Mmm...¿ya?
-Vale, dame 5 minutos.
Cuelgo la llamada y me quedo mirando a la pantalla de mi iPhone pensando en el infinito.
Mientras espero por Nash cojo algo de picar de la nevera y me siento a ver la tele otra vez.
En menos de lo que canta un gallo, suena el timbre. Seguidamente me levanto de mi sitio y voy a abrir la puerta.
Detrás de ella veo a ese chico de tez pálida y ojos azules que tan loca me vuelve.
No decimos ni una palabra. Yo le invito a pasar con la mano y cierro la puerta. Nos sentamos ambos en el sofá. Nash mira hacia los lados.
-Mis padres no están en casa.-suelto por fin. Parece que ahora está más relajado.
-¿Por qué?
-¿Cómo que por qué?-preguntó.
-¿Por qué lo hiciste? Ya sabes, volver con Matthew después de que... Tu y yo...
-Nash. Me gustas.-siento mis mejillas arder.
-Y tu a mí ______. Pero has jugado conmigo.-agacha la cabeza y yo me pongo en frente suya de rodillas.
-No es mi intención jugar contigo. La verdad es que me gustaría intentarlo contigo y...
-¿Pues por qué no lo intentas?
-Matthew me tiene hasta arriba. La verdad es que me gustaría tener un respiro con él y probar cosas nuevas. Pero, es tan difícil todo. Siento que Matt era mi mayor confidente y después de aquello, la confianza no se vuelve a recuperar tan fácilmente. -Nash me levanta la barbilla hacia él.
-No tienes por qué preocuparte de Matt. Le puedes pedir tiempo cuando quieras.
-Ya pero, si nos ve juntos luego pensará que soy una zorra o algo parecido.
-Cállate, no eres ninguna zorra y eso todo el mundo lo sabe. A mí también me gustas.
-¿Entonces?-sonrío.
-Entonces...
Nash me atrae hacia él de un empujón hasta que nuestros labios se unen por fin. Cada movimiento que hace con ellos, es como si fueran tan necesarios...
Mientras nos besamos le agarro de las mejillas mientras intento ponerme de pie para sentarme a ahorcadas de él. Sus manos pasan de mis hombros hasta mi espalda, luego siento que las baja hasta mis nalgas y las aprieta.
-Ey vaquero, cuidado con lo que haces.-bromeé. El sonrió y seguimos con el beso.

Hipnotized (Nash Grier y tú)Where stories live. Discover now