Capítulo 22: Gracias por los recuerdos

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Ash, Dawn y algunos de sus pokémon están sobre las escaleras de las Torres del Espacio y Tiempo del Pueblo Álamos, llevando con ellos una valiosa carga.

Ash: ¡Darkrai!

Darkrai: ¡EL JARDÍN ES DE TODOS!

Tonio: Darkrai está conteniendo el poder de Dialga y Palkia con esa barrera, pero no soportará mucho de esa manera.

Brock: Oh no.

El pokémon que al parecer se llama Darkrai, estaba en medio de las dos deidades tratando de evitar la destrucción completa del pueblo en el que vivía, aunque esa tarea resultaba ser casi imposible considerando el poder de los dragones.

Dawn: Ash tenemos el disco, aún hay tiempo, podemos ayudar a Darkrai.

Ash: Tienes razón, ¡andando!

Los chicos y sus compañeros pokémon corrían lo más rápido que podían para evitar la catástrofe, pero al Palkia ser herido de gravedad, toda aquella materia que pertenecía al espacio desaparecía, incluyendo las torres, que poco a poco iban siendo aniquiladas.

Dawn: ¡Buneary!, Rayo de hielo.

Buneary: ¡BUN-EARY! 

Las escaleras estaban siendo consumidas, cada vez era más complicado mantenerse de pie ahí. Es por ello que Dawn ordenó el Rayo de hielo, para estabilizar un poco la estructura en la que se encontraban.

En uno de tantos pulsos de poder, la barrera metálica que recubría las angostas escaleras se desintegró por completo, y la perturbación fue suficiente para que Ash perdiera el equilibrio, haciendo que este caiga en el acto. De no ser porque Dawn logró sujetarlo a tiempo, Ash hubiera caído al vacío, mientras que los pokémon estaban luchando por no resbalarse, pues estaban pendiendo de la plataforma.

Dawn: ¡Ash!, ¡te tengo! -se sostiene de un tubo de metal.

Ash: ¡Dawn!

La chica usaba todas sus fuerzas para aferrarse a la mano del chico, pero Ash notó que aquel barandal de hierro se estaba doblando, y a punto de desprenderse de su lugar.

Ash: Dawn escúchame, si sigues así terminaremos cayendo los dos.

Dawn: ¡NO ME IMPORTA!, ¡solo quiero que te salves!

Ash: ¡Dawn, debes soltarme ahora!

Dawn: ¡NO, NO LO HARÉ ASH, PORQUE YO...yo!...yo te amo -las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Dawn- no...no podría perderte, no sería capaz de dejarte ir.

Ash: Dawn yo...también te quiero y sé que no me vas a dejar caer, por eso lo haré yo mismo.

Ash poco a poco se desprendía del agarre de Dawn, descendiendo lentamente sin que la chica pudiera hacer algo al respecto.

Dawn: ¡No, no, no!, ¡ESPERA!, ¿¡QUÉ HACES!?

Ash: Dejo todo en tus manos Dawn -lanza el disco a las escaleras y cerca de la chica de cabello azul- Pikachu, cuídala por mí.

Pikachu: ¡PIKAAA! -intenta subir rápido.

Dawn: ¡ALTO, NO LO HAGAS!

Ash: Adiós Dawn.

El chico de Kanto soltó la mano de Dawn y se dejó caer, no sin antes darle una última sonrisa a la chica que conoció en Sinnoh.

Brock: ¡NOOOO!

Dawn: ¡AAAAAASH!

De pronto, la chica se levanta rápidamente de su bolsa para dormir, muy agitada y sudando por cada poro de su cuerpo y cara, al parecer todo había sido un sueño, o más bien una cruda pesadilla que ella no quisiera volver a tener jamás.

Pokémon: Diamante de amor.Where stories live. Discover now