Capitulo 6 - General Wilhelm Wagner

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...

Este restaurante de mariscos tenía un problema, había supervivientes en el segundo piso, en el mismo condenado lugar donde se encontraba la caja de suministros.

No es que fuera realmente un problema serio, sino que tendría que lidiar con personas que buscaban un rescate, y lamentablemente en mis condiciones actuales no podría hacer tal cosa.

Sin embargo, se me ocurrió simplemente pasar de largo por ellos y buscar comida, dejarles algún arma que fuera a comprar de la tienda del sistema, recoger la caja de suministros, e irme.

Primero iría con 4 soldados por mi cuenta más el perro militar con la médica Leila, y mantendría al resto de las tropas en espera, Müller se ofreció a hacer de francotirador, subiéndose a la azotea de una casa que estaba frente al restaurante, por si las dudas.

Pasamos fácilmente por la puerta del restaurant que se encontraba rota.

Cuando nos dirigimos al segundo piso, la escalera se encontraba bloqueada por sillas, mesas y algunos muebles, era claro que fue hecho por los supervivientes.

"¡Pueden salir, somos el ejército, no les haremos daño, solo buscamos comida!"

Pronto, alguien salió temeroso junto con otro para quitar los muebles, dos de mis soldados tambien ayudaron a quitar los obstáculos.

...

"¡Mierda, ¿porque me asustaste así, imbécil? Estos soldados solo son una escuadra o los restos de un escuadrón, no es el ejercito que llego a rescatarnos, y ni siquiera es el ejército regular, son los niños de las fuerzas de defensa provincial basado en sus uniformes.

Además de su líder de escuadra o escuadrón, que es un sargento con una AK47, el resto solo trae rifles viejos semiautomáticos, y esa hermosa chica es solo una enfermera con una pistola que apenas sabrá usar.

El perro militar es solo un aperitivo para mi Negro.

A todo esto, deben tener muy pocas municiones, no serán un problema de tratar si los emboscamos con esas escopetas y rifles de caza que tomamos de la tienda de cacería de al lado"

Este viejo chef sabia bastante sobre armas y el ejército, despues de todo tambien hizo el servicio militar obligatorio cuando era joven.

En cuanto al perro militar, se veía fuerte, pero tenía confianza en que su perro Negro podía someterlo fácilmente.

Es más, ya no tenía miedo, babeaba sobre conseguir esa AK para sí mismo, además estaba la hermosa médica y las demás armas que llevaran consigo, los chalecos y cascos antibalas eran un plus.

Aunque sabía que un escopetazo al pecho no mataría a los soldados, si los dejaría fuera de combate por el impacto de las balas el tiempo suficiente para rematarlos.

Prepararon rápidamente una emboscada, se escondieron detrás de algunas cajas, y dejaría que dos de los supervivientes despejaran las escaleras para los soldados, una vez dentro, les dispararían.

Todo parecía ir bien para Thomas.

...

Justo despues de que se desbloquearan las escaleras, y subíamos por ella, Albóndiga comenzó a gruñir en dirección del segundo piso, sabia por el radar que habia un animal mutante en el segundo piso señalado por un puntero violeta oscuro, ¿el perro mutante de alguno de ellos quizá?

Sin embargo, sabía que Albóndigas no estaba así por la existencia del perro mutante, sino porque olía las malas intenciones, así que advertí a los dos reclutas que iban al frente de estar preparados.

Commander of Duty: El apocalipsis de SudaméricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora