⚠️ 🔞 ¿Qué pasa si el jefe de la empresa para la que trabajas, Kim Namjoon, es un mafioso que participa en el contrabando de arte? Lo pillas justo en el acto.
Violencia y sexo explícito.
⚠️ PROHIBIDA LA TOTAL COPIA O REPRODUCCIÓN ILÍCITA DE ESTE MAT...
— Cuéntame ¿Cómo pasó? Pensé que podrías darme una explicación. No puedo creer que una empleada de tu calibre haya conseguido una asignación directa con el director de nuestra empresa. — Me ice mi jefa.
Se ríe, deja de moverse y se queda quieta mirándome, sonriendo de forma extraña.
De hecho, yo también estoy sorprendida por lo que pasó, pero no veo dónde está el problema.
— Lo único que se me ocurre es que el Sr. Kim Namjoon cerró los ojos y te escogió al azar.— Chasquea la lengua en el paladar.
— No se que haya... — Me Interrumpe abruptamente.
— Tienes una reunión con él en una hora .— Me hace señas para que salga de la oficina.
Me levanto, me despido de ella y regreso a mi puesto de trabajo.
— ¿Y entonces? — Me pregunta mi amiga.
— Trabajaré con uno de los clientes más confiables del jefe.— Sonrío con entusiasmo.
— ¡Entonces deberíamos celebrar!
Asiento y seguimos hablando un rato. Hasta que recordamos que estamos en el trabajo. A los veinte minutos de iniciada la reunión alguien entra a nuestro piso, todos se levantan.
— ¡El jefe!— Alguien susurra en voz baja.
Nosotras también nos levantamos a saludarlo, lo observo de lejos.
Él es alto, ancho de espalda, bien vestido y con un carisma impresionante. Nos mira uno a uno y cuando llega a mí se detiene para mirarme por unas milésimas de segundo. Como siempre, ya he hecho mil delulus, pero casi parece que me está sonriendo. Le correspondo como un idiota, se da vuelta y se dirige al ascensor. Siento mi corazón palpitar y mis piernas se vuelven gelatina, sí, por un lado, estoy feliz de poder conocerlo, por el otro siento la presión de no fallar.
Quién sabe qué clase de persona es, todos lo describen como un caballero reservado, amante del arte y gran orador.
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Faltando un cuarto de hora para la cita, decido ir a tomar un café y luego dirigirme al baño para ver si me veo bien. Tomo el elevador y aprieto los dedos con ansiedad, llego al último piso donde se encuentra el jefe. Salgo y camino tratando de relajarme, de repente surge en mí la duda de por qué me eligió. Las palabras de mi jefe de departamento siguen resonando en mi cabeza. Me detengo frente a la puerta de la oficina, respiro varias veces y luego empujo la puerta.
— Buenos días, señorita Serenity Galliard.
La puerta se cierra pesadamente detrás de mí, me quedo quieta unos segundos mirando lo que hay a mi alrededor. La oficina del Sr. Kim está situada en el último piso del edificio, cuenta con un gran ventanal, amueblado de forma sencilla y elegante. Me acerco a él, de cerca parece aún más alto. Lleva un traje negro, seguramente de diseñador, con camisa blanca y corbata negra.