⚠️ 🔞 ¿Qué pasa si el jefe de la empresa para la que trabajas, Kim Namjoon, es un mafioso que participa en el contrabando de arte? Lo pillas justo en el acto.
Violencia y sexo explícito.
⚠️ PROHIBIDA LA TOTAL COPIA O REPRODUCCIÓN ILÍCITA DE ESTE MAT...
No me di cuenta, el tiempo había pasado más rápido de lo que pensaba. Ya es hora de cenar y esta vez es el gran guardaespaldas quien me acompaña al comedor. Cruzamos el gran pasillo en silencio, solo el sonido de nuestros pasos y mis muletas rompen la soledad de este lugar. Me abre la puerta doble y entro, no hay nadie sentado a la mesa. Me giro para preguntarle al hombre si sabe dónde está Namjoon.
—¿Disculpe, y el Sr. Kim? — pregunto un poco torpemente.
Él no responde, sino que me muestra dónde sentarme. Decepcionada por su silenciosa respuesta, me siento a la mesa. Poco después llega mi respuesta, las puertas dobles se abren y Namjoon aparece ante mis ojos.
—Buenas noches— lo saludo.
De pie, quieto a unos pasos de la mesa, me observa como para decidir si está de buen humor o no.
—Buenas noches.— Opta por un tono educado pero distante.
Evito quejarme, ¿Qué hice para que se enoje así? Nos sirven platos, carne, verduras cocidas y tofu para los dos.
—¿Has descubierto quién intentó envenenarme? — Le pregunté.
—¿Qué hiciste hoy? — Me cambia el tema.
Estoy empezando a perder la paciencia, en serio.
—¿Cómo? — Digo casi riendo.
— Escuché que estabas en la villa.
—Fui al invernadero y a la biblioteca. Estaba aburrida, encerrada en mi habitación — Murmuré mientras juego con el tenedor y las verduras.
— ¿Solo has estado en esas habitaciones? — No me mira y aun así siento su mirada pesada sobre mí.
Trago, no pensé en el hecho de que podría haber cámaras.
— ¿Me espiaba... — Susurro con voz ahogada.
—No. Me lo dijeron. — Me mira a la cara.
Parpadeó confundido, ¿Es esto un cumplido?
— ¿Dónde has estado?
—Aquí... — Las palabras apenas salen de mi boca incluso antes de que pueda detenerme.
—¿Aquí?
— Encontré ese almacén...
Se limpia los labios con una servilleta y por un momento me siento atraída por él.
Namjoon, sin embargo, no parece entender de qué lugar estoy hablando. Gira su rostro hacia uno de sus hombres y luego lo gira hacia mí. Sus ojos se abren de repente.
— En serio no era mi intención... Fingiré que no lo hice...
Los dos guardaespaldas también comienzan a dar señales de agitación.
—Envía a alguien a comprobar.— se gira hacia los dos y luego se levanta de su silla.
Se toma la barbilla entre el índice y el pulgar de la mano y su rostro se vuelve cada vez más pensativo.
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