✧𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎 - 𝐄𝐋 Á𝐓𝐈𝐂𝐎

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⸺SERENITY⸺

El coche baja por un túnel con un aparcamiento en su interior, me concentro en los distintos coches aparcados. Son más o menos todos lujosos o al menos nuevos y bien mantenidos.

Sollozo, necesito pensar con claridad otra vez. El coche se detiene frente a una entrada iluminada por luces brillantes, el conductor baja y me abre la puerta. Me quedo allí mirándolo; es pelo negro medio largo, pequeños ojos penetrantes como los de un halcón. El otro guardaespaldas abre la puerta de Namjoon y él sale. Mientras tanto el hombre me tiende la mano, lo rechazo e intento salir sola, no me he recuperado del todo el envenenamiento y me vuelvo a sentir las piernas pesadas. Me apoyo en el auto cansada por esa acción. Namjoon se acerca a mí y me rodea la cintura con el brazo.

— No puedo cargarte o llamaremos la atención de los demás.

No respondo, estoy demasiado ocupada pensando qué hacer. ¿Tener paciencia o asustarme? Inclino mi cabeza hacia atrás cansada de todo.

— Vamos. Dice suavemente, guiándome hacia lo que parece ser el elevador.

Me aferro a la chaqueta de su traje, ahora no puedo hacer más que descansar. Subimos lo que me parecen innumerables pisos y finalmente llegamos al último. Frente a mí aparece un pasillo estrecho, no demasiado largo, y aproximadamente a mitad de camino a la izquierda hay una puerta. A la derecha, en cambio, un enorme ventanal que va de un lado a otro muestra la ciudad desde arriba.

¿Estamos en un ático? Llegamos a la puerta frente a la cual hay un hombre que la controla, se hace a un lado y el gran guardaespaldas marca unos números. Entramos y durante varios minutos no puedo evitar maravillarme ante el enorme departamento. Lo primero que ves frente a ti es la enorme pared inclinada enteramente de cristal, amueblada con varias plantas y estanterías con libros en el suelo. Giro a la derecha donde hay un sofá de piel sintética marrón y un televisor de pantalla plana. A la izquierda hay una pequeña cocina con una mesa de ocho sillas y al lado una escalera de caracol que conduce a la planta superior.

Namjoon me deja sentarme en la silla, se quita la chaqueta y la coloca en la silla al lado de la mía. Me quedo encantada mirándolo mientras se quita la corbata, tal vez sea mejor girar la mirada. Entran dos hombres más y cierran la puerta tras ellos.

— Jefe nosotros...

Se detienen, Namjoon los mira amenazadoramente.

—Ahora no. — Se gira hacia mí. —Ven, te llevaré a la habitación a descansar.

Me aferro a su brazo y de alguna manera subimos las estrechas escaleras. Llegamos al piso de arriba. Hay una habitación pequeña, con una cama individual, mesita de noche, armario y un pequeño baño. Me acuesto en la cama y me deslizo bajo las sábanas sin siquiera pensar en ello. Apoyo mi cabeza en la almohada y Namjoon se sienta al borde de la cama. Acaricia mi pómulo y me mira con una sonrisa triste y amarga. 

Mis párpados se están poniendo pesados, muy cansados. Lo veo acercarse, escucho su respiración y me obligo a mantener los ojos abiertos. Pasa mi cabello sobre mi frente con su mano y se inclina sobre él. Durante una milésima de segundo se congela e inmediatamente se retira, abandonando rápidamente la habitación. Me pongo boca arriba y miro las vigas de madera.

¿Qué acaba de pasar? ¿Se fue porque apesto? ¿Por mi mal aliento? Me inquieto en la cama y finalmente dejo que el sueño me lleve.

La luz que entra por la ventana del baño invade toda la habitación y después de un agradable sueño profundo me despierto. Me estiro y me levanto de la cama, amanecí mucho mejor, puedo moverme más, sólo que después recuerdo que no estoy en casa. ¿Namjoon estará durmiendo? Rápidamente salgo de la habitación y bajo las escaleras. Veo al guardaespaldas sentado en el sofá leyendo un periódico. Sobre la mesa hay una bandeja tapada y una nota encima.

𝐇𝐄𝐑𝐌𝐎𝐒𝐀 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀Where stories live. Discover now