𝐇𝐄𝐑𝐌𝐎𝐒𝐀 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀

✧ 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄 - 𝐎𝐋𝐕𝐈𝐃𝐀𝐑

⸺SERENITY⸺

Es tarde en la noche, no puedo dormir y sigo dando vueltas en la cama. Namjoon aún no ha regresado, lo que me pone aún más nerviosa. Me siento y acepto el hecho de que no tengo sueño. El sonido de pasos me llama la atención, alguien con paso pesado sube las escaleras de caracol, escucho voces masculinas. Tal vez Namjoon haya regresado, me levanto y abro la puerta para ver algo. Siento náuseas. Es sangre. Yo abro la puerta. Caigo hacia delante, asqueada por la escena. Wooyoung apoya a su líder y Choi San le abre la puerta. Sin aliento, mi cabeza da vueltas. Le hicieron daño, sigo repitiendo en mi cabeza. Entonces alguien me levanta y me lleva de regreso a la habitación.

— Quédate aquí por favor. — es Choi San quien me hace acostarme en la cama.

—Namjoon... —Balbuceo, agarrándome de su brazo.

—Mañana puede irse a casa señorita, en la tarde comenzará a trabajar de nuevo. — Toma mi mano suavemente y la coloca en mi regazo. 

Lo escucho cerrar la puerta e inmediatamente me dirijo hacia ella. Golpeo mis puños con fuerza, siento las lágrimas deslizarse por mis mejillas. No estoy gritando, no estoy entendiendo. Los sonidos se vuelven sordos y quedo tirada en el suelo con la esperanza de tener noticias, noticias que nunca llegarán.

Me despierto atontada, me froto la espalda y trato de levantarme. Miro mi teléfono, son las ocho de la mañana. Abro la puerta y con largas zancadas llego recámara de Namjoon, estoy a punto de bajar la manija, pero algo me detiene. Mi corazón late rápido, dijo que la policía tuvo que interrogarlo. Bajo la manija, la puerta está cerrada. Mi respiración se hace más corta, sólo quiero ver cómo está.

— ¡Wooyoung! Grito bajando las escaleras.

Encuentro al guardaespaldas tirado en el sofá, con la camisa desabrochada y hielo en la frente.

— ¡Oh Dios...! — Pongo ambas manos frente a mi boca y me detengo frente a él.

— Serenity, ¿Qué está pasando? — Me pregunta mientras mastica unas papas fritas.

—¡Yo debería preguntar eso! 

— Oh... 

— ¿Entonces? ¿Estás bien? ¿Y Namjoon? Vi toda esa sangre... 

—¿De qué estás hablando? El jefe está en el trabajo. Será mejor que regreses a tu casa ya que volverás a trabajar esta tarde.

Lo miro sin palabras, solo está diciendo que tontería a mis oídos.

—Estaba manchado de sangre.... 

Aburrido, se sienta y coloca el paquete a un lado junto con el hielo.

—Escucha Bambi, olvídate de todo. El veneno, la villa, el ático y sobre todo olvídate de esta noche. Le harías un gran placer al jefe. — Me sonríe.

¿Cómo podría olvidar dos días enteros que pasé al lado de Namjoon? Tengo la garganta seca, me siento excluida y abandonada.

— Pero.... 

Deja de mirarme y se recuesta de nuevo, mi mirada se posa en su musculoso vientre, en particular en la cicatriz blanca. Me doy cuenta de que Wooyoung no me dice nada y, de mala gana vuelvo a mi habitación a buscar mis cosas. En un abrir y cerrar de ojos me encuentro en casa, en mi soledad. No más Namjoon, no más ático. Me siento en el suelo todavía perpleja y herida. Creo que todo el tiempo repito las escenas en mi cabeza. Me dejó. Las palabras del ama de llaves resuenan en mi cabeza:

''No te dejes fantasear mucho, él solo la está ayudando porque trabaja en su empresa.''

Me acurruco y escondo mi rostro entre mis brazos, debería haber escuchado a esa arpía.