Cuarta Semana (Sexta Parte)

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Como si la cantidad requerida de placer aumentara a medida que entraba en rut, a Karlyle le tomó más tiempo que la última vez. Pero eso no significaba que estuviera aburrido. Más bien, el problema es que estaba demasiado sensible.

Las feromonas de Ash se derramaban cada vez que presionaba su próstata. —Si ya me ha domesticado así, ¿hasta dónde va a domesticarme? —Pensó Karlyle. Las feromonas de Ash lo penetraban mientras todo el placer se esparcía con fuerza en su interior. Y como si quisiera decirle que estaba bien sentirse así, las feromonas empaparon a Karlyle lo suficiente como para asfixiarlo.

Al principio, el cuerpo de Karlyle sintió rechazo y hostilidad, mientras recibía las feromonas de su propio género y no las de un omega. Sin embargo, después de su primera eyaculación impregnado de feromonas, su cuerpo lo percibió como algo más. Para ser precisos, solo el olor de las feromonas de Ash Jones, eran percibidas de manera diferente.

La mente de Karlyle se apagó de repente. Entonces, jadeó con un grito ahogado y suspiró profundamente. Su cuello estaba rígido, y sus muslos estaban doblados y abiertos. Ash tenía razón. Sin el lubricante, su ano se habría desgarrado. El sexo fue así de intenso y denso.

Ash lo hizo por Karlyle, a pesar de que no estaba en Rut. Mezcló su cuerpo con el suyo sin descanso. Mientras veía salir el sol, Karlyle derramó semen por la punta de su pene. Ni siquiera podía recordar qué hora era.

Como una bestia, estaba sacudiendo la parte inferior de su cuerpo. La diferencia, es que esta vez, él estaba siendo penetrado por alguien. La sensación de su pared interior empapada de lubricante era muy familiar.

Karlyle no quería detenerse, a pesar de que sentía que el calor que había llenado su cuerpo, estaba desapareciendo gradualmente. Quería seguir haciéndolo, hasta que Ash se detuviera. Las emociones que lo embargaban estaban a punto de estallar. Ash le gustaba demasiado.

¿Acaso fue por eso?

A petición de Karlyle, Ash lo estaba penetrando profundamente, en una posición en la que podía ver su rostro. Karlyle, que estaba temblando con una pierna sobre su hombro, apretó su ano con fuerza.

La sensación del pene grueso que penetraba profundamente sus entrañas, y la sensación del roce áspero en su próstata, lo llevó rápidamente a la eyaculación. Su sensible pared interior se contrajo y apretó el pene de Ash con fuerza. Ash torció los ojos. Al mirar su expresión, Karlyle se sintió abrumado por emociones intensas.

El pene sobre su estómago que estaba derramando semen, fue aumentando gradualmente de tamaño. La punta de su glande estaba hinchada y agrupada. Ash exhaló un largo suspiro, mientras bajaba lentamente la mirada. Karlyle, que estaba jadeando con los ojos entrecerrados, se estremeció y levantó la parte superior de su cuerpo.

Estaba anudando.

Karlyle tuvo mucho cuidado de no anudar, cuando pasaba su rut con algún omega. En primer lugar, no había ningún omega al que quisiera anudar, pero ciertamente se contuvo incluso cuando llegaba ese momento aunque estuviera excesivamente excitado. Fue para prevenir la posibilidad de usar condones.

Pero al tener sexo con Ash... . No tenía necesidad de hacer eso.

Pero esa no era la única razón. Había muchísimas razones. Sin embargo, ese no fue un acto consciente. De repente lo invadió un sentimiento de vergüenza. Karlyle se movió con los ojos bien abiertos. Con sus manos pálidas, empujó con fuerza los abdominales planos de Ash, pero él no se retiró.

Ash, que se inclinó y lo abrazó, extendió su otra mano. Las piernas de Karlyle sobre sus hombros, estaban fuertemente apretadas con sus brazos, y con la otra mano, estaba sujetando su pene. Ash apenas si podía sostener con su mano grande, la punta grande e hinchada del pene de Karlyle.

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