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Jihyo al estar tan cerca de Momo, pudo notar que su respiración había aumentado, así que con su mano libre, la llevó hacia el pecho de Momo, intentando sentir su corazón, la contraria subió su mano, posándola encima de esta, agarrándola, en ese momento Jihyo confirmó que Momo tenía los latidos irregulares.

—Momo, ¿estás bien? Tus latidos van muy rápido. Dijo mientras se separaba un poco y volteaba a esta para que estén cara a cara.

—Sí, estoy bien es que... — intentó buscar una respuesta a su pregunta, pero no se le ocurría nada, no podía mantenerle la mirada pero en un momento sus miradas conectaron.

—Es que me atraes pero nunca he podido decírtelo por tener miedo a tu respuesta, no quiero dañar las cosas entre nosotras y que se haga incómodo, además nunca se me ha ocurrido que sea mutuo y — fue interrumpida por un beso, suave, sin mover los labios, solo posándolos en los labios de Momo para callarla, y tratarle de decir todo sin palabras.

Momo no podía creer que Jihyo la había besado, estaba inmóvil por aquel gesto inesperado, mientras que Jihyo se separaba para mirarla a los ojos y volver a besarla, pero esta vez un beso profundo, con ganas pero lento, sin llegar a lo desesperado, tratando de sentir sus labios lo más posible, pasando su mano libre por la cintura de Momo, agarrándola con fuerza y acercándola hacia ella, Momo al sentir eso, se le escapó un leve quejido, estar tan cerca de esta chica tan hermosa, y que la esté besando de tal forma, en su cama...

Momo ya se encontraba excitada, y se lo dejo saber a la menor ya que sus besos empezaron a ser más desesperados, más rápidos, más húmedos, jadeando entre estos.

Jihyo se subió encima de Momo, empezando a besar su cuello, haciendo pequeños chupones sobre este, tratando de no hacerlo muy fuerte, ya que podría dejarle marca y sería un problema para ambas mañana, mientras que Momo no podía pensar en nada en concreto, estaba tan excitada que no se le pasó aquello por la mente, además de que, siendo sinceras, a ella no le importaba nada más en ese momento.

Jihyo se incorporó prácticamente sentada sobre Momo, la atrajo hacia ella y pasó sus manos sobre su camisa, esta se acercó a su oído, y le preguntó:

—¿Puedo?...

—Sí, por favor~

Jihyo empezó a levantar la ropa de la mayor, esta haciendo la misma acción con su ropa, ambas quedando sin ropa en la parte superior y admirando sus cuerpos, Jihyo empezó a tocar sus pechos y mientras los acariciaba y apreciaba, se le escapó un comentario casi inaudible:

—Son hermosos~

Jihyo recostó a Momo nuevamente, quedándose sobre ella, las manos de Momo subieron hacia la espada de Jihyo, empezando a pasarlas desde su hombro hasta su cintura levemente, de arriba a abajo, hasta que a Jihyo empezó a lamer uno de sus pezones, mientras jugada con el otro con su mano libre, y acercaba su cadera a la de Momo, esta entrelazó sus piernas con la cadera de Jihyo y empezó a aruñar su espalda, provocándole placer mediante el pequeño dolor.

La menor empezó a bajar, dejando besos por todo el abdomen marcado de Momo, mientras le quitaba el short y las bragas rápidamente. Se colocó entre sus piernas, acercándose a su centro, se podía notar lo húmeda que estaba en ese momento y realmente no era la única en esa situación. Sin pensarlo dos veces Jihyo empezó a comerse todo el centro de Momo, lamiendo y succionando su clitoris, como si de una paleta se tratase.

Momo no podía mantener las manos quietas, se pasan de la almohada hacia las sábanas, apretándolas, arrugándolas, hasta que su mano derecha entrelazó sus dedos con el cabello de Jihyo, atrayéndola más a su centro para tener más placer.

—Dios~ por favor no pares, sigue así~

—A tus órdenes~

Los gemidos de ambas resonaban en la habitación completa, sin darle mucha importancia si las pueden escuchar, las chicas deberían estar durmiendo a tales horas.

A Momo le encantaba la vista, Jihyo entre sus piernas haciéndole un excelente oral, estaba cerca de venirse, pero no quería tener el orgasmo tan rápido, así que separó la cabeza de la menor y le dijo:

—Ven, te necesito dentro~

Jihyo fue atraía hacia Momo, que estaba agarrándola por el cuello, atrayéndola hacia ella y conectando en un beso necesitado, en donde pudo degustar sus fluidos. La menor se colocó al lado de su mayor, dirigiendo su mano derecha hacia la entrepierna de Momo, e introduciendo 2 dedos sin previo aviso, dando como resultado un gemido agudo y ahogado, mientras que clavaba sus uñas en el hombro de Jihyo. Esta empezó a penetrarla con una velocidad lenta mientras que fue incrementando la fuerza de sus embestidas hasta que la contraria se estremeció de pies a cabeza, agarrando a la menor con fuerza y jadeando sin parar, dando por hecho que ya había llegado al orgasmo.

—¿Cómo estuvo? ¿Estás bien?~

—Dios, sí. Fue increíble~

Momo's towel  ^Mohyo^Onde histórias criam vida. Descubra agora