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Jihyo se encontraba imaginando cosas un poco indecentes, aunque estuviera ocupada con muchas cosas, no podría concentrarse en nada por estar pensando en aquella japonesa. Sus pensamientos iban desde cosas tiernas hasta las cosas más ardientes en la cama, o tal vez en el sofá, o en el comedor, o en la ducha.

Estaba tratando de calmarse, así que decido ir a tomar una larga ducha y así calmar sus deseos. Tomó todo lo necesario y caminó sin más a su destino, dándose cuenta que la residencia estaba calmada, parecía que faltaban varias integrantes, otras estaban juntas en una habitación viendo videos y hablando, pero faltaba Momo, pasó por su cuarto para verificar pero no la encontró ahí, así que decidió seguir su primer destino. Antes de entrar se encontró a Momo dentro del baño con la puerta abierta, mirándose al espejo y maquillándose levemente. La japonesa se percató de su presencia, enfocando su mirada en la contraria.

—Lo siento, ya terminé de maquillarme, el baño es todo tuyo.-Comentó con una sonrisa amable.

Jihyo no pudo resistirse, entró y cerró la puerta detrás de ella, seguido se acercó a Momo, conectando sus labios en un beso necesitado, pegándola contra la pared y acercando más sus cuerpos, Momo al principio estaba en shock por ese movimiento inesperado, pero no tardó mucho para seguirle el hilo, ella también se la había pasado imaginándose cosas, acordándose de su encuentro anterior y deseando más.

Empezaron a quitarse la ropa desesperadamente, aunque tratando de no romper el beso. Las dos quedaron sin brasier ni bragas en menos de un minuto.

—¿Qué tal si entramos a la ducha, Hyo?~ .-Preguntó con una voz ronca e hipnótica.

Al escuchar esto la piel de su menor se erizó, sintiéndolo por todo su cuerpo, mientras que tragó saliva rápidamente, tomó de la mano a su mayor y se adentró en la ducha, seguido de su contraria. Abrió la regadera con calefacción y empezaron a besarse debajo de esta mientras sus cuerpos se humedecían, está vez los besos eran más lentos y profundos, el ritmo en el que lo hacían parecía una melodía de vals lento, elegante y delicado serían las palabras para describirlo.

Momo empezó a besar el cuello de Jihyo; besarlo, chuparlo y mordisquearlo a su antojo, mientras que con su mano derecha introdujo sus dedos entre el cabello de su menor, entrelazándolos con estos y tirando de él, y su mano izquierda estaba posada en la cintura de la contraria donde a veces la dirigía hacia su trasero, apretándolo y acariciandolo.

Jihyo estaba tan excitada, se sentía tan vulnerable y necesitada de Momo en ese momento, estaba tratando de no gemir, mordiéndose el labio inferior pero era algo inútil, se encontraba recostada de Momo con su cabeza metida entre su hombro y cuello, su boca estaba a la altura del oído de la contraria, sus quejidos y su respiración acelerada entraban como una melodía al odio de Momo, cosa que la excitaba cada vez más.

-Me traes loca, ¿sabes?~

Momo separó un poco la parte superior de su contraria, para poder acercarse a sus pechos, empezó a lamer su pezon izquierdo mientras con su mano libre jugaba y masajeaba el contrario. Ahora Jihyo era quien tenía los dedos de su mano derecha entrelazados con el cabello de la contraria. La menor tenía el control de su mayor, le encantaba tener a Momo debajo de ella, complaciéndola. No duraron mucho en esa posición, ya que Momo subió conectando sus labios nuevamente, y dirigiendo su mano derecha a la entrepierna de su contraria, pasó su dedo medio y anular por su entrada, notando lo húmeda que se encontraba, introdujo ambos después de humedecerlos con el mismo líquido. Jihyo gimió ante la acción, aferrándose a Momo como si no tuviese fuerzas en las piernas. Esta fue envistiendo lento, incrementando la fuerza de sus envestidas. Jihyo ya se encontraba gimiendo casi durante todo el recorrido, no quería gemir fuerte pero Momo no colaboraba.

—Más rápido, por favor.~

Al instante Momo aceleró su ritmo, combinando la fuerza de las embestidas con rapidez, e intentando siempre tocar el punto g y el clítoris al mismo tiempo. Jihyo no tardó mucho después de esto.

—¡Momo!~ .-Gimió exaltada, llegando al deseado orgasmo.

—Dios, Jihyo, eres perfecta~ .-Comentó con un tono jadeante, con su respiración a mil. Abrazándola.

—Gracias~

—¿Estuvo bien?-

—Acabo de decirte gracias por hacerme venir, ¿no es obvio que me gustó?- Dijo en un tono meloso, riéndose por lo bajo.

—Vale, lo entiendo.-Contestó sonriente.

———

Se bañaron juntas, mientras jugaban en la ducha con el agua y las burbujas, también se besaban en ocasiones, besos tiernos y suaves, sin otras intenciones, estaban tan en paz una con la otra, estando juntas, como su zona de confort.

Se cambiaron y se dirigieron al cuarto de Jihyo, donde se recostaron en su cama, mirándose frente a frente sin decir nada, estaban apreciándose mutuamente, acariciando la cara de la contraria, o jugando con los pequeños mechones de su cabello, hasta que Jihyo interrumpió el silencio con una pregunta.

—¿Tendrías una cita conmigo?

Momo's towel  ^Mohyo^Where stories live. Discover now