Encandilado ante aquel viril fulgor que aquella mujer cortejaba en el, al hacerle sentir lo bienaventurados que eran sus ojos al tener la dicha y gracia de poder admirarla bajo la incandescencia de la luna, se obsesionaba constantemente en arremeter...
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El fulgor del pueblo ya había terminado, las calles donde actualmente transitaban eran vacías en comparación de hace unos momentos, las pocas personas que habían eran trabajadores que se disponían a llegar a sus casa después de los arduos horarios de trabajo. Tu seguías caminando a la par que Zohakuten, recibiendo calor por parte de su poción de caminata la cual no cambiaba. Estabas feliz de que no haya pasado nada y no hayas llamado la atención, pero la causa principal de tu felicidad, fueron las palabras que el te dijo, confirmando los sentimientos que tenía. Suspiraste de alegría soltando una leve risa, haciendo que el peso de tu cabeza descanse sobre el.
Zohakuten notando esto, decidió una vez pasado el momento de tensión hablar.
-¿Tan feliz te puso mi declaración?- Espeto bonacible, sin quitar su vista del camino.
-Algunas veces, me pregunto ¿Como haces para atinar con mis pensamientos?- Reiste levemente mientras levantabas tu rostro para mirar el de el.
-Es fácil de leer tu ser- Contesto seco- Pese a que intente mantenerte serena, terminas siendo mucho más expresiva.
Miraste durante más rato su ser dándote cuenta que era relativamente cierto, pero no le tomaste suficiente importancia, simplemente viste su rostro cual como si no cambiara siempre seguiría amargo.
-¿Estas enojado Zohakuten- san?
Ni sabías que fue lo que te impulsó a hacerlo, pero con tu mano libre acunaste su rostro sin miedo a tocarlo.
-No, es simplemente mi cara normal- Dijo mientras gozaba de tu frágil tacto- Estoy relativamente tranquilo de estar cerca tuyo.
No pudiste evitar sentir el rojo de tus mejillas, y amaste lo que te dijo, para ti siendo tierno, pero queriendo ser juguetona mejor jugaste tu papel.
-Es una alegría que te sientas así- Sonreiste abrazando por completo su brazo, apoyar sobre el tu cabeza nuevamente
El silencio entre ambos ya era una característica de su relación, no por ser incómodo sino por dejar que el hable, llenaba en ambiente y era agradable. Por la mente de ___ no pasaba nada relevante que pueda aportar a una conversación, pero caso contrario era Zohakuten, quien en su mente rondaba la misma pregunta que tu le hiciste.
"¿Tu sientes algo por mi?"
Para el era imposible ser un ser amado, y no por inseguridad, sino que en reiteradas veces llegaba a admitir el mal genio de su carácter. Ser una mezcla de 4 actitudes contrastantes no era bonito. Pero verte a ti que con delicadeza lo tratabas y te mostrabas paciente, que te ponías nerviosa y enérgica en ciertas ocasiones lo hizo pensar de manera diferente, porque vivías para amar todo, los rumores de tu gracia y belleza no hacían más que decir verdades, porqué la gratitud de tu ser lo hechizo, lo hacías sentir bien y por sobre todo cómodo en su totalidad. El deseaba que tu te sintieras igual.
-¿Y tu?-Pregunto.
-¿Mmm?- Sin entender a lo que se refería, ladeaste tu cabeza con duda.
-¿Yo te generó alguna felicidad u comodidad?- Griro su rostro viéndola a ella, aclarando tu punto.
