II

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El ascensor subía desenfrenadamente, el sonido metálico y de cajas golpeando las paredes inundaba todo, un sonido de alarma retumbaba en el lugar, cuando abrió los ojos sintió inmediatamente sintió claras ganas de vomitar, estaba llena de nauseas.

Confundida, observó a su alrededor, llenandola una sensación de deja vu, como si hubiera estado ahí antes aunque la oscuridad no le dejaba ver nada.

Su cuerpo se estremeció y se levantó de un salto, provocando un golpe en su parte superior de su cabeza.

"¡Mierda!"

Se aguantó el dolor del golpe.

¿Qué...?"

Las palabras quedaron atoradas al tratar de ver a su alrededor. Oscuridad, No veía nada. El sonido metálico no ayudaba, sentía que su estómago iba a soltar todo lo que estuviera en él. El olor a óxido era desagradable.

Hizo un esfuerzo para recordar. ¿Que hago aquí? ¿Que me trajo aquí? ¿Quien soy? ¿Donde estoy? ¿Hacia donde voy?

Se tocó su cabeza con fuerza al sentir un dolor paralizante, podía sentir un dolor agudo desde su frente hasta su médula ósea.

Trató de olfatear algo para poder saber algo acerca del recorrido pero sólo olió cerdos y suciedad. ¿No lavaban esto o qué? Olía a mierda, literalmente. Pensó ella.

Trató de tocar su cuerpo para saber si portaba algún arma que pudiera ser de ayuda, sonrió al sentir una pequeña funda de daga en su muslo, era una tipo correa que apretaba su músculo. Además de un cinturón de cuero que tenía una bolsa de el mismo material, era pequeña pero podía meter muchas cosas.

"¿¡Hola!?"

Preguntó, nada respondió.

"¡¿Hay alguien?!"

Nada. Que mala suerte.

Trató de localizar alguna otra cosa de ayuda, sus dedos tuvieron contacto con una bolsa pequeña, la abrió.

Al meter la mano pudo sentir un cilindro de no más de 8 centímetros, al apretar un extremo este se encendió.

"¡Linterna! Esto me va a ayudar."

Al seguir buscando logró encontrar el cargador de la linterna, un cambio de ropa, un libro en blanco, unos cuantos lápices y un escrito.

" 'Nos volveremos a ver', ¿esa cosa que?"

Se preguntó a si misma.

Vacío la bolsa en el suelo con cuidado. Habían más cosas.

"¿Que es esto? ¿Un juguete?"

Había un carrito de juguete hecho de madera oscura, estaba pintado torpemente lo que le hacia lucir tierno. También había un collar con un cristal.

El cristal era grande, del tamaño de la uña de su pulgar y de un color ámbar hermoso, otro objeto era un termómetro, ¿para que necesitaba ella uno? Suspiró, luego quedo el penúltimo objeto. Un pedernal, o algo parecido a ello, era filoso y cuando trató de tocarlo con su dedo se cortó. El último objeto era una pequeña caja músical, le dió cuerda y comenzó a hacer sonidos de piano, era relajante y hasta se sentía nostálgico.

Su sonrisa se esfumó cuando se dió cuenta de que la cosa en la que iba ya había dejado de moverse y la alarma cada vez martillaba más sus oídos, teniendo que cubrirlos para evitar daños.

Metió todas las cosas de forma apresurada a la bolsa y la apretó con fuerza.

De una rendija podía ver un rayo de sol, ella se le quedó viendo embobada, ¿Sol? ¿En verdad es sol? ¡Sol después de horas!

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