Capítulo 40 ''Última noche''

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Suk Ji.

El agua resbalando por mi garganta, refrescando todo mi cuerpo que en menos de un segundo termino para pedir otro con urgencia mientras esperaba queJuwonbajara de la habitación.

—¿No vas a desayunar? —la voz de mi progenitor era la última que quería escuchar en este día, pero para mí mala suerte la estaba escuchando a primera hora.

—Si tengo que desayunar en la misma mesa que tú —me pongo de píe en un arrebato de ira, no soy capaz de cruzar mirada con un tipo como él que para mí desgracia comparto la misma sangre y llevo su apellido con tanta vergüenza que desearía ser un vagabundo antes de volver a ser su hijo —, prefiero morirme de hambre —intento marcharme pero su voz me detiene.

—No me importa lo que pienses, pero mañana hay una cena muy importante y espero por lo menos ahí puedas comportante como un hijo digno de llevar mi apellido —anuncia con severidad.

Me mantengo de espaldas a él solo para no mirar su rostro. Mis uñas logran clavarse en la palma de mi mano por la fuerza que pongo al hacer puño por controlar la ira que va ardiendo en mi interior.

—Me importa una mierda tus cenas —doy un paso antes de volver a ser detenido por su voz.

—Esta te va a importar muchísimo —asegura con un tono burlón que me fastidia.

Me giro para mirarlo con curiosidad.

—¿Por qué debería importarme tus cenas donde hay puro viejo interesado que lo único que saben es lamerte el culo y seguirte? —me cruzo de brazos arto de la sonrisa que está dibujada en su rostro como si lo que dijera le causara gracia.

—Esta cena es por tu hermano —dice de pronto —, no te voy a decir solo para que sea una sorpresa —se pone de pie, camina hacia mí que debo contener el asco que siento al tenerlo tan cerca —, será un regalo de bienvenida atrasado de mi parte.

—No me interesa tus regalos —lo miro con severidad —, no vaya a ser que luego me quieras cortar una mano y no solo el pie.

—Veo queJuwonya te lo dijo.

—No me lo dijo él, pero te aseguro que no tengo la mínima intención de preguntarte la razón por la que lo hiciste.

—Y haces bien —sus felicitaciones están llenas de hipocresía que me da repulsión —. Pero no es nada que te vaya a lastimar físicamente —su mano toca mi pecho y quiero quitar su sucio tacto de mí, pero me mantengo quieto cuando su otra mano tira de mi cabello en un agarre firme que me obliga a tirar mi cabeza hacia atrás, se acerca a mi oreja y susurra —. Vas a saber que conmigo no debes meterme, te dije que te alejes deJuwony no me hiciste caso.

—No eres nadie para prohibirme nada —me suelto de su agarre con brusquedad.

—Tal vez no, pero si alguien que va a destruir más ese corazón que late gracias a que te expulse de mis huevos.

—Y me sorprende que al menos serviste para dar hijos.

—Hijo de puta —gruñe —, mañana se te va a borrar esa sonrisa de puta que tienes en tu rostro y seré yo quien me burle en tu cara —camino por un costado y se va, dejándome solo con un jodido enojo que me ahoga en el interior.

—¡Ah! Hijo de puta, cuanto te odio —grito tirando los platos de la mesa, impactan con el suelo y los trozos caen por doquier.

Me inclino en la mesa, agachando la cabeza dejando que las lágrimas caigan en un intento fallido de contenerlas, ni siquiera lloro porque me duela algo sino por la rabia que me provoca tenerlo como padre, la jodida duda que tengo de saber cuál es su plan. La rabia aumenta e inconscientemente mis dientes atrapan mi labio interno provocando que la sangre salga y mi paladar se llene del sabor metálico de la misma.

Seducción [En proceso]Onde histórias criam vida. Descubra agora