34; 🎴

10 0 0
                                    

Jimin observaba a su peculiar acompañante con un pequeño mohín en sus labios, claramente exigiendo atención, pero era algo que no admitiría. Para el rubio hacer amigos o incluso interactuar casualmente es una tarea muy fácil, aunque este caso es diferente.

Min Yoongi es muy diferente.

ㅡ¿Te quedarás aquí? ㅡPreguntó, fingiendo al mismo tiempo que pretendía marcharse de la cafeteríaㅡ. ¿Estás escuchándome?

ㅡLo hago. ㅡYoongi respondió, antes de comer otro trozo de mandarinaㅡ. Si deseas puedes irte, no tengo problema alguno.

ㅡ¿Sólo dirás eso?

ㅡ¿Debo decir algo más?

Y Yoongi solo buscaba molestar al otro. No iba a decirlo en voz alta, pero tener la presencia del pelirrosa era una experiencia extraña, pero que al mismo tiempo le agradaba. Habían estado sentados en esa mesa por alrededor de veinte minutos, de los cuales Jimin se encargó de hablar sobre alguna situación que le había ocurrido durante el día, o cómo había lavado su chaqueta, recalcando que no dudara de sus habilidades.

ㅡPensé que eras de los chicos que no se rendían cuando desean algo. ㅡEl pelinegro dijo con un tono divertidoㅡ. ¿Qué ocurrió, algodón de azúcar?

ㅡPrimero, es el apodo más anormal que he escuchado y siento que estás burlándote de mi cabello. ㅡJimin frunció el ceñoㅡ. Y segundo, tú no colaboras para que esto funcione.

ㅡLo dices cómo si esto fuera algo muy serio ㅡsoltó una risaㅡ. Pero debo admitir que mi ahorro de energía baja considerablemente, cuando interactúo con otras personas fuera de mi circulo social.

ㅡ¿Acaso hay algún requisito para formar parte de tu círculo?

ㅡQuien sabe.

Y su conversación no va para más, pues Jimin en esta ocasión si sale de la cafetería y está dispuesto a dejarlo atrás. Pero quizás, solo quizás no puede evitar sonreír triunfante al notar que el pelinegro lo está siguiendo.

ㅡ¿No dijiste que estabas en modo ahorro?

ㅡTengo excepciones ㅡYoongi logró alcanzarlo y camina a su par, ignorando las miradas curiosas que le dan los demás estudiantes. Cosas que pasan cuando hablas con el gran Park Jiminㅡ. Te ganaste más minutos de mi preciada compañía solo porque me trajiste mandarinas, son grandes puntos.

ㅡEso quiere decir que puedo comprarte con simples mandarinas ㅡEl pelirrosa mantuvo su tono alegreㅡ. ¿Hay algo más que te guste?

ㅡ¿Por qué?

ㅡSimple curiosidad.

Pasan conversando de cosas banales el resto del camino antes de llegar a la facultad para recibir su clase de Literatura, que casualmente comparten. No obstante, durante su trayecto Yoongi no evita reaccionar cuando observa a Jimin ser empujado bruscamente por un estudiante que pasaba por su lado.

ㅡ¡Ten cuidado idiota! ㅡDijo, pero su atención regresa de inmediato al menorㅡ. ¿Estás bien?

ㅡS-sí... ㅡJimin respondió, tratando de aclarar su garganta y evitando sobrepensar en la manera en la que el otro está sosteniendo su mano, cómo verifica su antebrazo o incluso sus pequeños dedosㅡ. No pasa nada... ¡Estoy bien!

ㅡ¿Seguro? ㅡYoongi se percató de la presencia de un moretón y no pudo evitar dejar un pequeño toque ahí, buscando aliviar el dolor que seguramente aún no estaba presenteㅡ. Tu piel es demasiado sensible, esto empezará a doler.

ㅡY-yo... esto...

Y aunque Jimin deseaba decirle algo más, a pesar que se había quedado sin palabras, su burbuja de ensoñación fue rota por la presencia de alguien más.

Sweet Chaos; [KTH & JJK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora